Se consideran factores de riesgo de dolor lumbar:
- Episodio previo de dolor lumbar.
- Factores ocupacionales, especialmente vibraciones y levantamiento manual de cargas.
- Factores psicosociales: insatisfacción laboral, tareas desagradables y repetitivas, ambiente laboral, experiencia de dolor crónico que contribuye a sentirse deprimido e incapaz.
- Condiciones físicas. El ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta, etc.) tiene un efecto beneficioso.
- Estilo y hábitos de vida: tabaco, obesidad.
- Levantarse cada hora de la posición de sentado frente al ordenador.
A veces el dolor de espalda aparece por sobrecarga de la misma debido a posturas inadecuadas mantenidas, movimientos inadecuados durante el trabajo, debilidad muscular, etc.
El paciente debe aprender a cuidar su espalda para disminuir el dolor y evitar recurrencias. Para ello son fundamentales la realización de ejercicio y las normas de higiene postural.
Consejos y recomendaciones
- El dolor lumbar agudo es un cuadro frecuente y, en la mayoría de las ocasiones, de buen pronóstico. Ante un episodio inicial sólo es necesario realizar tratamiento para aliviar los síntomas.
- Se deben evitar períodos prolongados de reposo que llevan a un desacondicionamiento físico y psicosocial que empeora el pronóstico.
- No es lo mismo dolor lumbar que incapacidad por dolor lumbar. La incapacidad no está relacionada con la severidad o duración del dolor inicial.
- Es necesario involucrarse de forma activa en el tratamiento del dolor lumbar. La práctica de ejercicio aeróbico y las normas de higiene postural ayudan a prevenir nuevos episodios.
Es muy aconsejabale, no dejarlo pasar más de una semana sin acudir a un fisiotrapétura y osteópata, antes de ir al trautatólogo para que te atiborre de Ibuprofeno o antriinflamatorios.
A veces, no es tan grave que como uno piensa.
La piscina climatizada me ayudó a superar un dolor lumbar persistente, tenía un poco de hernia y se me quitó con el ejercicio en al agua.
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