¿El ejercicio aumenta el recuento de glóbulos rojos (especialmente en corredores)?

¿El ejercicio aumenta el recuento de glóbulos rojos (especialmente en corredores)?

Última actualización: 16 septiembre, 2017
¿El ejercicio aumenta el recuento de glóbulos rojos (especialmente en corredores)?

¿Construir su sangre? ¿Puede aumentar su recuento de glóbulos rojos por correr, nadar, o tal vez ir en una caminata? El ejercicio realmente acumula su recuento de glóbulos rojos, y usted no tiene que ser un atleta profesional para beneficiarse.


No es difícil imaginar que los atletas profesionales tienden a tener sangre sana. El ejercicio requiere mucho oxígeno. Los glóbulos rojos transportan oxígeno, por lo que el cuerpo produce más glóbulos rojos para transportar más oxígeno cuanto más ejercicio hagan los atletas. La molécula portadora de oxígeno hemoglobina cumple una doble función para los atletas. No sólo los altos niveles de hemoglobina resultan en una mayor capacidad de transporte de oxígeno para el torrente sanguíneo, sino que también causan la liberación de un químico llamado óxido nítrico (ON) que dilata los vasos sanguíneos, por lo que más oxígeno puede ser llevado a los músculos.

¿Cómo aumenta el recuento de glóbulos rojos en el ejercicio?

Los glóbulos rojos están hechos por la médula ósea. El ejercicio hace que la médula ósea crezca. También induce la liberación de hormonas que aumentan la producción de hemoglobina. Los atletas que entrenan en condiciones que requieren aún más oxígeno, como el entrenamiento en lugares de gran altitud, desarrollan aún más glóbulos rojos con más hemoglobina.
El efecto del entrenamiento es tan grande que incluso los atletas luego participan en competiciones agotadoras que rompen la sangre, como un ultramaratón, todavía tienen un mayor recuento de glóbulos rojos y una mayor capacidad de transporte de oxígeno.

¿El ejercicio y el correr aumentan el recuento de glóbulos rojos para las personas con problemas de salud?

Pero ¿qué pasa con aquellos de nosotros que no somos atletas, que no pueden darse el lujo de pasar un verano en Aspen trabajando, que no tienen días libres sólo para hacer ejercicio? Resulta que el ejercicio aumenta el recuento de glóbulos rojos para las personas que luchan con problemas de salud, así como aquellos que disfrutan de destreza atlética. Aquí hay unos ejemplos.
  • En un estudio, las mujeres que tenían artritis reumatoide tenían niveles más altos de hemoglobina, una mayor masa de glóbulos rojos y una mayor capacidad de transporte de oxígeno de la sangre después de un programa de ejercicio que duró sólo ocho semanas y que sólo les obligaba a hacer ejercicio a una tasa moderada. No hubo suficientes mujeres inscritas en el estudio para que los resultados alcanzaran significación estadística, pero incluso con este estudio de sólo 17 mujeres, la tendencia mostró que la salud de la sangre mejoró con el ejercicio a pesar de la artritis.
  • No es necesario poner todo el esfuerzo para correr para aumentar el recuento de glóbulos rojos. En otro estudio, se encontró que los hombres con obesidad tenían al menos un aumento a corto plazo en el recuento de glóbulos rojos y hematocrito (porcentaje de la sangre que es glóbulos rojos) inmediatamente después del ejercicio. El mayor aumento en los glóbulos rojos se produjo después de ejercicio de menor intensidad que el ejercicio de mayor intensidad, pero con menos pausas en lugar de más pausas. El ejercicio lento y constante hizo más para desencadenar mayores niveles de hemoglobina y mayores recuentos de glóbulos rojos en los hombres obesos.
  • El estrés térmico provoca mayor hematocrito y niveles más altos de hemoglobina incluso sin deshidratación. Usted no tiene que trabajar duro para experimentar cambios en su sangre por estar expuestos al calor, aunque la deshidratación, si usted trabaja duro o no, acelerará el efecto.
  • Los ejercicios de resistencia ayudan a las personas que reciben quimioterapia para el cáncer de pulmón a mantener el recuento de glóbulos blancos que les ayudan a combatir las infecciones. Y por lo menos 16 estudios han encontrado que el ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta estacionaria, natación, etc.) ayuda a almacenar en rojo los recuentos de glóbulos rojos reducidos por la quimioterapia, especialmente las mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de mama.

La dieta hace una diferencia en la forma en que sus células sanguíneas responden al ejercicio

Las deficiencias de zinc interfieren con la acción de la hemoglobina. Si obtiene suficiente zinc, respirará mejor cuando haga ejercicio. Esto no significa que si obtiene más y más zinc tendrá más y más capacidad de ejercicio. Simplemente significa que usted necesita evitar la deficiencia de zinc. Generalmente, si usted toma un suplemento del zinc y usted no nota un retrogusto, probablemente lo ncesite. Sin embargo, debido a que el zinc interfiere con la capacidad del cuerpo para absorber cobre, no tome más de 30 mg al día sobre una base regular, y toe de 1 a 3 mg de cobre junto con su suplemento de zinc.
Los ejercicios que usan suero en polvo tienden a desarrollar mayores recuentos de glóbulos rojos y altos niveles de hemoglobina que aquellos que no lo hacen. También experimentan menos fatiga después del ejercicio. Aunque son alimentos de especialidad, las semillas de comino negro y las semillas de loto contienen productos químicos que ayudan a su cuerpo a utilizar el hierro para producir hemoglobina y posiblemente influir en las hormonas involucradas en la producción de glóbulos rojos.
Lo importante a recordar es que casi cualquier nivel de ejercicio ayuda a su cuerpo a hacer los glóbulos rojos que necesita para transportar oxígeno a través de su torrente sanguíneo. Cuanto más ejercicio, más su cuerpo va a utilizar el hierro en su dieta y suplementos. Si usted no es capaz de hacer ejercicio de alta intensidad, el ejercicio lento y constante es suficiente para estimular su cuerpo a producir más de los glóbulos rojos que necesita.

¿A qué edad se es viejo? anciano

¿A qué edad se es viejo?

  • Un grupo de investigadores del CSIC debate sustituir la barrera estadística de los 65 años por un umbral móvil ligado a la esperanza de vida
¿A qué edad se es viejo?
Simon y Ann Marie Harris, una pareja inglesa con él prejubilado, de visita turística, examinan un mapa para planificar sus recorridos (X. Cervera)
España es uno de los países con más viejos del mundo porque más de 8,5 millones de personas, el 18,4% de su población, tiene más de 65 años. Pero ¿es correcto decir que alguien de 65 años es viejo? ¿A qué edad se entra realmente en la ­vejez?
 
“Por comodidad estadística desde hace más de un siglo se trabaja con la idea de que la vejez empieza a los 65 años porque ese umbral fijo coincidía con la edad de jubilación, pero la realidad es que no dejamos de ganar esperanza y calidad de vida y las personas de 65 años de hoy no tienen que ver con las de antes porque llegan mucho mejor a esa edad y uno diría que los de 65-70 años actuales son como los de 55-60 años de generaciones anteriores”, afirma Antonio Abellán, investigador del departamento de Población del CSIC y director del portal Envejecimiento en Red. 

De ahí que tanto él como otros investigadores del CSIC hayan decidido abrir un debate sobre la necesidad de redefinir el concepto de viejo o, como mínimo, la edad de inicio de la vejez. Y una de las propuestas que plantean es que la entrada en la vejez la marque un umbral móvil vinculado a la esperanza de vida restante, de modo que ser o no ser viejo no dependa de los años que figuren en el carnet de identidad sino de los que a uno le queden por vivir.
“Es cierto que a título individual nadie sabe cuándo se va a morir, pero la Administración y las aseguradoras sí que tienen tablas de mortalidad que nos permiten calcular la esperanza de vida restante a cada edad, y a partir de estos datos podríamos fijar que la vejez comienza a una edad prospectiva de, por ejemplo, 15 años antes de la muerte”, comenta Abellán.
Según este criterio, uno sería viejo en el momento en que su esperanza de vida, o vida restante, fuera de 15 años. Las estadísticas dicen que actualmente ese momento llega a una edad de entre 72 y 73 años, porque aunque la esperanza de vida al nacer es de 83 años, eso no significa que a los 80 sea de 3 años, sino que realmente es de 9,8. “Cada edad tiene una esperanza de vida concreta que va variando con el tiempo en función de cómo evoluciona la mortalidad, de modo que si establecemos un umbral de vejez ligado a ella, la edad de inicio será móvil pero la duración de la vejez será fija, desde ese umbral hasta la muerte”, explica el investigador.
Y agrega que la propuesta –lanzada ya otros expertos europeos– pretende corregir los inconvenientes que plantea la edad cronológica en una sociedad en la que cada vez llega más gente y en mejores condiciones a los 65 años y ese umbral no refleja ya la realidad de la vejez, mientras que la edad prospectiva o umbral que fluctúa, es una forma de considerar los avances y progresos en las condiciones de vida, de salud y también económicas de las personas, y da una imagen más optimista del envejecimiento. Porque cambiar la forma de medir la vejez reduciría automáticamente las estadísticas de población y la imagen de sociedad envejecida, aunque también podría tener consecuencias económicas y políticas debido a que muchos servicios y prestaciones, desde los relacionados con la salud hasta los financieros, van ligados al actual umbral de 65 años.
¿A qué edad crees que alguien puede ser considerado ‘persona mayor’?
  • Pasados los 60
    6.82% (170)
  • Pasados los 65
    5.45% (136)
  • Pasados los 70
    24.11% (602)
  • Pasados los 75
    23.43% (585)
  • Más de 80
    9.74% (243)
  • No depende de la edad
    30.45% (760)
La encuesta ya ha sido votada
Han votado 2496 personas
Abellán advierte que la fórmula móvil sólo sería válida para las sociedades occidentales desarrolladas y tiene el problema de que los gobiernos pueden usarla para retrasar más la edad de jubilación, medida que suscita muchas controversias y bastante rechazo en la sociedad española, el país europeo donde mayor porcentaje de personas desea jubilarse lo antes posible.
Demógrafos y sociólogos apuntan que antes de adoptar medida política alguna relacionada con el umbral de la vejez hacen falta más investigaciones sobre cómo se viven esos últimos quince años previos a la muerte y determinar cuándo se inicia el proceso de discapacidad de muchos ancianos, si esa discapacidad se está retrasando como apuntan algunos estudios estadounidenses y la gente disfruta de calidad de vida durante más años también al final de sus días. “Es importante saber si los años malos, los que se viven con achaques y problemas de movilidad o con dependencia, realmente se están retrasando y comprimiendo, no vaya a ser que el hecho de vivir más tiempo suponga que la gente viva más tiempo enferma y en malas condiciones, con un coste muy alto en todos los sentidos, y que decidamos que la vejez comienza a los 70 y resulte que a esa edad un alto porcentaje ya está muy cascado”, reflexiona Antonio Abellán.
De los informes publicados periódicamente por el Observatorio de Personas Mayores en España se desprende que entre el 70% y el 80% de los actuales mayores (personas con más de 65 años) son autónomos e independientes funcionalmente. Porque de la misma manera que algunos definen la vejez con un criterio cronológico y dicen que empieza a los 65 años con la jubilación, otros estudiosos marcan su inicio con un criterio funcional y establecen que la persona mayor es vieja cuando es incapaz o está limitada psíquica y socialmente.
A ello se añade un tercer criterio, el de la percepción social. Un barómetro realizado en el año 2009 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre esta cuestión mostraba que el 28,7% de la población española sitúa la entrada en la vejez pasados los 70 años, mientras que el 25,3% lo hace pasados los 65, y el 17,3% entiende que el ser una persona mayor no depende de los años. Pero esta percepción varía mucho en función de la edad del encuestado. A medida que se cumplen años uno va retrasando mentalmente la edad a la que se inicia la vejez, como se indica el gráfico adjunto. Abellán apunta que esta percepción puede verse afectada en el futuro por la evolución de la esperanza de vida. “Nos parece que cada vez seremos más y más longevos pero hay todo tipo de teorías y no faltan las que apuntan que los avances médicos provocan que estén llegando a edades avanzadas personas más frágiles”, lo que sumado a accidentes y nuevas enfermedades podría provocar cambios en las tasas de mortalidad. En Francia, por ejemplo, ha causado un gran revuelo saber que en el 2015 se redujo la esperanza de vida por primera vez en 46 años.
La tercera edad ahora es la
tercera juventud
Uno de los problemas que comporta una vida cada vez más larga y con buena salud es el de las etiquetas para referir las franjas de edad. Como una buena parte de la población llega pletórica a la jubilación, ahora la tercera edad es la tercera juventud, y sólo a partir de la pérdida de facultades físicas y mentales podemos hablar de cuarta edad. A un joven le puede parecer evidente que si alguien tiene más de 65 o 70 años se le puede calificar de viejo o anciano, pero la persona que tiene esa edad no se siente identificada con tales denominaciones. Los diccionarios se curan en salud y dicen que un anciano es una persona “de mucha edad”. ¿Cuánto es “mucha edad”? La subjetividad está servida. Por ello los libros de estilo de los medios de comunicación acostumbran a ser un poco más precisos, sobre todo para que nadie se sienta innecesariamente incómodo. Así, los medios delimitan el uso de estas dos palabras (viejo y anciano) a los casos de personas mayores con las facultades físicas y mentales mermadas. De este modo, el título “Un anciano se ha perdido en el bosque” nos da una información clara sobre las facultades del protagonista de la noticia, mientras que “Un hombre de 65 años se ha perdido en el bosque” nos dice que tiene 65 como podría tener 25: se ha perdido por circunstancias ajenas a su estado de salud.

Cuatro consejos para evitar el exceso de azúcar en tu dieta y la diabetes.

Cuatro consejos para evitar el exceso de azúcar en tu dieta

No tienes que eliminarla del todo, pero si quieres perder peso rápidamente será mejor que vayas reduciendo su consumo.
Representación de la adicción al azúcar. / dietadiasalternos.es
Representación de la adicción al azúcar. / dietadiasalternos.es
Si deseas perder peso rápidamente, es un hecho que debes reducir el consumo de azúcar en tu dieta. Este pequeño y significativo cambio resultará en un gran paso para lograr tu meta, además, evitas enfermedades y no es un gran sacrificio como todos piensan, solo debes saber cómo jugar con los antojos. Sigue estos tips para lograr evitar el azúcar:
1. Cuidado con lo que bebes: no basta con evitar la soda, porque algunos jugos comerciales tienen tanta o más azúcar que una lata de refresco. No hay nada como preparar tú mismo lo que consumes, así que compra aquellas frutas ricas en agua y azucares para evitar utilizar mucha azúcar. Recomendamos la sandía, el melón, la piña madura o la fresa.
2. Evita los aderezos: lee las etiquetas de lo que compras, porque muchos de estos aderezos que le dan sabor a tu comida, tienen un exceso de azúcar. Puedes optar por preparaciones caceras o bien, optar por utilizar más verdura en la preparación de tus alimentos.
3. Evita el antojo complaciéndolo: los nutricionistas saben que no es necesario desterrar para siempre alguna comida, y es que podemos consumir lo que queremos siempre y cuando no nos excedamos. Si deseas comer helado, cómpralo, pero evita comértelo todo en ese instante y deja para otro día. Así complaces un antojo y te queda para otro momento.
4. Dile no a las comidas procesadas: casi todos estos alimentos tienen todo lo que no debes comer como harinas procesadas, mucha sal o azúcar en exceso. Así que no los compres porque te haces un gran mal. @mundiario

11 propiedades del ginseng

El ginseng es una raíz de la planta Panax ginseng que se ha utilizado como remedio natural en la medicina tradicional de países de Asia como Corea o China y que se ha extendido a todo el mundo. De hecho, se dice que el ginseng es el remedio herbal más utilizado en todo el mundo.
Y es que esta raíz ha sido la solución natural que se ha utilizado para remediar multitud de problemas de salud durante miles de años, no en vano se le llamaba el “curalo todo“. Tienes motivos de sobra para cultivar ginseng en casa. Los principales responsables de las propiedades y beneficios del ginseng son los ginsenósidos, sustancias activas de esta raíz.
¿Cuáles son los beneficios del ginseng? En este artículo vamos a ver para qué es bueno el ginseng, pero además te recomiendo que leas otros artículos sobre remedios caseros que puedes preparar con plantas medicinales.
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¿Qué beneficios tiene el consumo de Ginseng?

1.- Aumenta la concentración y el aprendizaje. El ginseng, junto con el ginkgo biloba, mejora la concentración y el aprendizaje, siendo un remedio natural para estimular las funciones cognitivas y en general la actividad del sistema nervioso central.
2.- Estimula el funcionamiento del sistema inmunitario. Nos ayuda a evitar ponernos enfermos, como en el caso de gripes, resfriados, etc. y en el caso de caer enfermos nos ayuda a recuperarnos antes. Además tiene un efecto antitumoral debido a que algunos polisacáridos del ginseng aumentan la actividad de las células natural killer (NK) que nos defienden ante el cáncer. Por otra parte, los ginsenósidos han demostrado tener acción antimetastásica.
3.- El ginseng mejora el estado de ánimo. Debido a su efecto tónico y restaurador, ha sido utilizado tradicionalmente para mejorar el estado de ánimo, es por esto que se utiliza tambén en casos de depresión leve.
4.- Tiene acción antiinflamatoria y analgésica. El ginseng tiene efecto antiinflamatorio y analgésico debido al efecto que causa sobre el sistema nervioso central, el cual sería similar al de los opiáceos. Por otra parte, algunos de los ginsenósidos del ginsen tiene un efecto inhibidor del proceso inflamatorio.
5.- Mejora la resistencia del organismo. El ginseng es una raíz con acción adaptógena, es decir, que mejora la respuesta de nuestro cuerpo ante situaciones de sobreesfuerzo.
6.- Aumenta los niveles de energía. El ginseng combate el estrés y el cansancio, resultando un complemento natural excelente durante épocas de astenia producidas por a un alto gasto físico y mental dando un efecto vigorizante.
7.- Se utiliza para tratar la fatiga física y mental. Antiguamente se usaba como tónico y reconstituyente por la capacidad que tiene el ginseng para dar energía, siendo común su consumo en personas mayores, convalecientes, que estén pasando periodos de astenia, etc.
8.- Reduce los síntomas de la menopausia y del síndrome premenstrual. Debido a la acción analgésica de la que hablábamos antes, el ginseng es un excelente remedio natural para reducir o eliminar los síntomas derivados de la menopausia así como de los dolores y la hinchazón causados por el síndrome premenstrual.
9.- Tiene efectos muy positivos sobre el sistema cardiovascular. Tradicionalmente se ha utilizado el ginseng para evitar y combatir trastornos circulatorios, para reducir la tensión arterial, regular las arritmias, mejorar la función del corazón y proteger el miocardio.
10.- El ginseng podría reducir los niveles de glucosa en sangre. Esta acción hipoglucemiante podría ser debida a los panaxanos con los que cuenta en su composición el ginseng. El ginseng resulta ser un buen remedio antidiabético.
11.- Tiene efectos positivos sobre la úlcera gastroduodenal. Se he podido comprobar que el ginseng tiene acción demulgente, es decir, que mejora la úlcera gástrica y favorece su curación, ya que, reduce la adhesión de la bacteria Helicobacter Pylori principal causante de las úlceras de este tipo.
* El uso de ginseng no está recomendado si…
  • Tomas medicación para la depresión porque podría interferir con ésta.
  • Estás embarazada o dando el pecho.
  • Si tienes insomnio. Como el ginseng puede actuar como un estimulante, tómalo sólo por las mañanas. Además la cafeína de algunas bebidas pueden actuar en sinergia con el ginseng y ser más estimulantes.
  • Podría interactuar con medicación para los diabéticos, si es tu caso consulta con tu médico antes de tomarlo.
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¿Cuánto ginseng hay que tomar?

Dependerá de cada individuo, de su situación particular y del objetivo con el que se tome. Lo mejor es que acudas a un profesional de la salud que pueda indicarte qué cantidad es la óptima en tu caso, durante cuánto tiempo y cómo has de tomar el ginseng.
El ginseng se puede tomar de diferentes formas, como por ejemplo en tintura, preparando una infusión con un poco de la raíz rallada, en ampollas, etc.

Corticoides, disminución de las defensas, protesis. Tómatelo en serio

Las personas que tenemos prótesis no debemos usar ni tomar corticoides, ni en crema ni en pastills, pueden disminuir las defensas y las protesis infectarse, como me ha ocurrido a mó por tomar seguramente Defazacor.


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Conoce algunos de los efectos del tratamiento continuado con corticoides.

Esther Pilar Álvarez García


Los corticoides (o corticosteroides) son unas hormonas que nuestro cuerpo produce en las glándulas suprarrenales, de manera natural. Son fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo ya que regulan la inflamación, la respuesta de nuestro cuerpo al estrés, intervienen en el sistema inmunitario y participan en distintas funciones metabólicas, como regular nuestros niveles de azúcar en la sangre, entre otras. De esta manera, tanto su exceso o su falta constituyen enfermedades.
También son importantes desde el punto de vista farmacológico, ya que los corticoides sintéticos, es decir, los reproducibles en laboratorio, son utilizados principalmente como antiinflamatorios y como inmunosupresores (así mismo, también se utilizan por sus propiedades vasoconstrictoras o antiproliferativas) para el tratamiento de las patologías de muchas enfermedades respiratorias, dermatológicas, oftalmológicas, lesiones musculares, procesos alérgicos, reumáticos, trasplantes de órganos o enfermedades autoinmunes, e incluso, en caso de insuficiencia suprarrenal como tratamiento sustitutivo. Debido a que los corticoides se emplean en múltiples tratamientos, podemos encontrarlo en distintos formatos como cremas y gotas de uso tópico (quizás el que más utilizamos), aerosoles nasales, inhaladores, en comprimidos, jarabes y capsulas para su uso oral o inyecciones.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento con corticoides no cura la enfermedad, pero sí consigue disminuir muchos de los síntomas que tenga asociados en cada caso.
Los corticoides pueden incrementar nuestro apetitoLos corticoides pueden incrementar nuestro apetito

Posibles efectos secundarios de los corticoides

Dada su multitud de usos y propiedades, es muy probable que en algún momento nuestro médico nos recete algún medicamento que contenga corticoides. Es fundamental que para evitar posibles efectos secundarios que tanta preocupación nos producen, sigamos las pautas que nos índice nuestro médico y evitemos sobrepasar las dosis y respetar los horarios de administración.
También debemos tener en cuenta que no es lo mismo que nos receten una pomada que contiene corticoides para un problema transitorio a que sigamos un tratamiento intensivo y permanente; también debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de corticoides y de varias potencias, y que la mayoría de efectos secundarios más severos (que son los culpables del rechazo popular a este tipo de medicación) se producen con su uso en tratamientos prolongados y permanentes con corticoides de alta potencia. La mejor manera de evitarlos es restringir siempre su uso a lo que nos indique el médico.
Para hablar de los efectos secundarios del tratamiento con corticoides, debemos hacer diferenciaciones, en función de la duración del tratamiento y la dosis. En primer lugar, en tratamientos cortos y de dosis bajas, aunque los efectos secundarios son muy poco frecuentes, puede producirnos retención de líquidos (visible en la cara sobretodo), un aumento de la concentración de azúcar en sangre (que puede derivar en un mal control de la diabetes), aumento de apetito, del vello corporal, ansiedad, insomnio, nauseas, alteraciones en la menstruación, pérdida de masa muscular, aumento de la presión arterial y una reducción de la absorción de calcio. También pueden debilitarnos la piel, produciéndonos manchas, acné, erupciones, estrías, arañas musculares o una cicatrización más lenta de las heridas. Todos ellos presentan un carácter leve, son poco frecuentes y suelen aparecer tras meses de uso.
Es conveniente, si tenemos que realizar una analítica de sangre u orina, que informemos de que estamos recibiendo un tratamiento de corticoides, ya que pueden alterar los niveles de colesterol, calcio, potasio, glucosa e incluso de las hormonas tiroideas.
En segundo lugar, en tratamientos de dosis altas de corticoides y prolongados en el tiempo, reservadas para afecciones graves, los posibles efectos secundarios se agravan, disminuyendo por ejemplo, nuestra resistencia ante infecciones (haciendo que se reactiven, aparezcan o empeoren), aumenta nuestra grasa corporal, pueden aparecer gastritis y úlceras, una disminución de la masa ósea (que favorece la osteoporosis y aumenta nuestras posibilidades de fractura) y también puede aumentar la presión intraocular (lo que puede llegar a causar cataratas, sobretodo en niños).
Los efectos secundarios de los corticoides dependen de la dosis y duración del tratamientoLos efectos secundarios de los corticoides dependen de la dosis y duración del tratamiento
Es importante recalcar que la gran parte de personas que siguen un tratamiento con corticoides no experimentará ningún efecto secundario, y en la mayoría de casos son reversibles una vez finaliza el tratamiento. Tampoco existe ningún medicamento que contrarreste los efectos de los corticoides, pero no debemos ser alarmistas, ya que en muchos casos pueden ser predecibles. Por ello, cuando recibimos un tratamiento con corticoides, nuestro médico hará un seguimiento a través de controles regulares, de manera que no solo comprobará nuestra respuesta al tratamiento, también supervisará los posibles efectos secundarios que podrían acarrearnos los corticoides; así mismo realizará análisis de sangre y de orina, y vigilará el funcionamiento de los órganos que se ven más afectados por el uso de este médicamente como son los riñones y el hígado.
Es por esto que debemos evitar de manera radical la automedicación, así como consultar siempre a nuestro médico cualquier cambio que notemos y cumplir estrictamente tanto con el calendario, como los horarios y la dosis del tratamiento.

¿Qué podemos hacer para evitar muchos de los efectos secundarios?

Podemos introducir unas sencillas rutinas en nuestro día a día que nos ayudarán, en medida de lo posible, a evitar algunos de sus efectos secundarios:
- Como ya dijimos, es de vital importancia seguir las pautas que nos indique nuestro médico, en cuanto horarios, duración del tratamiento y cantidad. También debemos indicarle si tomamos algún otro medicamento, tanto si son bajo prescripción médica como si no, y si ya seguimos otro tratamiento para cualquier otra afección que padezcamos; así mismo han de tener especial precaución los diabéticos, ya que la cortisona puede variar nuestros niveles de azúcar en sangre.
- Este medicamento puede disminuir nuestras defensas, de manera que debemos de tener precaución de no exponernos a enfermedades y lavarnos frecuentemente las manos. En caso de enfermarnos, debemos acudir a nuestro médico para que nos dé un tratamiento adecuado.
- En determinadas afecciones tratadas con corticoides, debemos evitar exposiciones prolongadas al soly asegurarnos de llevar protección solar.
- Es importante llevar una dieta equilibrada, procurar hacer ejercicio o caminar todos los días y beber líquidos en abundancia.
- No tomar alcohol y evitar o reducir la ingesta de cafeína, ya que irritan el estómago.
- En caso de pomadas, restringir su aplicación a la zona afectada y lavarnos las manos después, para evitar el contacto con otras partes no afectadas.
Aunque sigamos todas estas pautas, es posible que padezcamos algunos de los efectos secundarios asociados al tratamiento; en caso de cualquier duda, malestar o cambio, debemos ponernos en contacto con nuestro médico.