La hierba de San Juan es una planta herbácea con
ramas erectas que puede alcanzar cerca del metro de altura. Su origen es
euroasiático y norteafricano, aunque se encuentra en la mayor parte del
planeta con clima templado. Se la puede encontrar fácilmente en los
márgenes de los caminos, en bosques y prados.
Se utilizan todas
las partes de la planta excepto la raíz. La recolección debe hacerse
mientras la planta está floreciendo, a finales de la primavera o
principio del verano.
Existen referencias que dan testimonio del
uso que se ha dado a esta planta desde la antigüedad. Ya Hipócrates
mencionaba el uso médico que se le daba a las flores de la hierba de San
Juan. Su nombre, según parece, se debe a que florece alrededor del 24
de junio.
Componentes activos del hipérico
En la hierba de
San Juan destacan los siguientes componentes: en la flor encontramos
los taninos y flavonoides como hiperina, quercitrósido o rutósido, en
las hojas, minerales como el cadmio o el plomo, mientras que en la
planta están los ácidos ascórbico, palmítico y esteárico. También en la
planta encontraremos compuestos como la
hipericina,
la hiperforina, la quercetina, la rutina y el limoneno. Por lo que
respecta a los aceites esenciales, destacar el cineol, el cariofileno o
el pineno.
Propiedades medicinales del hipérico
La hierba
de San Juan tiene diversos usos medicinales, aunque también posee
contraindicaciones que deben tenerse en cuenta, así como observar las
dosis recomendadas para cada caso.
La hierba de San Juan se usa
habitualmente como antidepresivo, tranquilizante y otros trastornos del
estado de ánimo, aunque cabe señalar que no es efectivo cuando se trata
de depresiones graves. Los últimos estudios señalan a la
hiperforina como el compuesto que le confiere a la hierba de San Juan estas propiedades.
La
hierba de San Juan es un buen tónico para el sistema nervioso y mejora
la actividad neuronal. Como digestivo también se ha demostrado que
resulta eficaz, sobre todo para la acidez estomacal, debido a la
hipericina, que inhibe la producción de ácido. Igualmente eficaz resulta
para las úlceras de estómago, las diarreas y los vómitos. También
destacables son sus propiedades analgésicas, fundamentalmente en las
afecciones de tipo reumático. Por lo que respecta a sus efectos
calmantes y relajantes, la convierten en un remedio muy apropiado para
problemas de varices y
hemorroides.
El
hipérico es un remedio interesante para combatir la retención de
líquidos, gracias a las propiedades diuréticas del limonelo, así como
para la hipertensión, la gota o la artritis.
La hierba de San Juan
es un eficaz regulador de la menstruación, aplicable tanto para las
reglas muy abundantes como para las más pobres. También es útil para
combatir los síntomas depresivos que acompañan al síndrome premenstrual.
Para
la piel, la hierba de San Juan también posee cualidades que vale la
pena observar. Es efectiva en la cicatrización de heridas, quemaduras o
llagas. Sus propiedades astringentes, antisépticas y cicatrizantes hacen
del hipérico un producto a tener en cuenta para el cuidado de pieles
grasas, reduciendo el exceso de grasa y ayudando a la cicatrización de
las espinillas características del acné, al mismo tiempo que evita su
infección.