El desayuno es la comida más importante del día. ¿Te
suena? Seguramente hayas escuchado o leído esta frase miles de veces
repetida hasta la saciedad por nutricionistas y dietistas para
concienciarnos sobre ello. Pero aun así, las prisas y los malos hábitos
hacen que nos saltemos a menudo la primera comida del día o que no le
demos la importancia que se merece. Por si todavía dudas de su
relevancia, aquí te descubrimos algunos datos que la ciencia aporta para convencerte de que disfrutes cada mañana de un desayuno digno de reyes.
Saltarse el desayuno conlleva consecuencias
negativas para nuestra salud. Las personas que lo hacen tienden a llevar
una mala alimentación y una vida más sedentaria, además de tener unos
niveles de colesterol e insulina más altos de lo normal, lo que aumenta las probabilidades de sufrir diabetes y cardiopatías. Por si fuera poco, no desayunar también se asocia con un aumento del consumo de tabaco y alcohol.
La cosa no termina ahí, si renuncias a la primera comida del día,
favorecerás el sobrepeso. Así que nada de saltártela para quitarte los
kilos de más y empieza a disfrutar de un desayuno saludable que te ayudará a perder peso y evitará que piques durante la mañana.
En el caso de los más pequeños, prohibido salir de casa sin
desayunar. Diversos estudios demuestran que los niños que no se saltan
esta comida muestran niveles menores de plomo en sangre y mejoran su rendimiento intelectual.
Un par de consejos para terminar: si eres de los que se toman el
clásico tazón de leche con cereales, lo mejor es que éstos sean de trigo
o maíz ya que contienen más antioxidantes que cualquier otro desayuno,
y si te gusta salir a correr por las mañanas, hazlo antes de la primera
comida del día porque los carbohidratos ingeridos en ella interrumpirán
el metabolismo de la grasa durante al menos seis horas, haciéndonos quemar menos proporción de grasa.
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