SHILA (Budismo)

Shila. Ees la práctica moral, el abstenerse de toda acción nociva corporal o verbal. Éste es el primer paso sin el cual no se puede avanzar. Tenemos que abstenemos de todas las acciones, de todas las palabras y hechos, que dañen a otras personas. Esto es fácil de entender, la sociedad requiere también esta conducta para evitar su desorganización. Pero de hecho nosotros debemos abstenemos de esas acciones no sólo porque perjudican a otros sino, además, porque nos perjudican a nosotros mismos. Es imposible cometer una acción nociva —insultar, matar, robar o violar— sin crear una gran agitación en la mente, gran anhelo y aversión. Ese instante de deseo o aversión nos trae infelicidad en ese momento y más en el futuro.

El entrenamiento de la Concentración

Con la práctica del shila intentamos controlar nuestro hablar y nuestras acciones o actos físicos. Sin embargo, la causa del sufrimiento descansa en nuestras acciones mentales (el deseo). No basta simplemente con medir nuestras palabras y nuestras acciones, porque eso será inútil si la mente continúa siendo un hervidero de deseos y aversiones, lo cual nos lleva a acciones mentales nocivas. Actuando de ese modo contra nosotros mismos nunca podremos ser felices. Más tarde o más temprano surgirán el deseo y la aversión y romperemos el shila haciendo daño a los otros y a nosotros mismos.

Intelectualmente uno puede entender que es incorrecto cometer acciones nocivas. Al fin y al cabo durante miles de años todas las religiones han predicado la importancia de la moralidad. Pero cuando llega la tentación, se sobrepone y se vence a la mente y uno rompe el shila. Un alcohólico puede saber perfectamente bien que no debe beber porque el alcohol es perjudicial para él, pero cuando se presenta el deseo busca la bebida y se embriaga. No puede controlarse a sí mismo porque no tiene control sobre su mente. Pero cuando aprenda a cesar de cometer acciones mentales nocivas, le resultará fácil contenerse de las acciones físicas y las palabras nocivas.

Puesto que el problema se origina en la mente, debemos enfrentarnos a él a nivel mental. Para hacerlo así tenemos que iniciar la práctica del bhavana —literalmente «desarrollo mental»— y en el lenguaje común, meditación... Bhavana incluye los dos entrenamientos, de concentración (samadhi) y de sabiduría (prajna). La práctica de la concentración es llamada también “el desarrollo de la intuición” (vipashyana-bhavana). La práctica del bhavana comienza con la concentración, que es la segunda división del Noble Camino Óctuple. Es la beneficiosa acción de aprender a adquirir control de los procesos mentales, a hacerse dueño de la propia mente. Tres partes del camino óctuple forman parte de este entrenamiento: el recto esfuerzo, la recta atención y la recta concentración.


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EL NOBLE ÓCTUPLE CAMINO:

1.-Entendimiento justo.
2.-Pensamiento justo.
3.-La palabra justa.
4.-Acción justa.
5.-Esfuerzo justo.
6.-Plenitud memtal justa.
7.-Meditación justa.

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