Valeriana porpiedades. Asiedad. Relajacion, sueño.

 

Valeriana infusion: conoce todas las propiedades de la valeriana

La valeriana es una planta medicinal que asociamos inmediatamente a la relajación y a la mejora de la calidad de nuestro sueño. Si estamos buscando infusiones para dormir, infusiones para la ansiedad (los nervios en muchos casos son los responsables de que tengamos dificultades para relajarnos y dormir bien) o simplemente infusiones para relajarse, seguro que un familiar o un amigo nos recomendará tomar una infusion de valeriana o un te de valeriana. Usada desde hace miles de años en Europa y Asia por sus propiedades relajantes y sedantes, la valeriana es hoy en día una de las plantas más reconocidas y aconsejadas para aliviar el nerviosismo y los trastornos leves del sueño. En formato de pastillas, suplementos, aceites esenciales o infusiones, la valeriana no falta en las estanterías de las farmacias, parafarmacias o herboristerías… ¡y cómo no! en nuestra cocina en forma de infusión de valeriana a granel, para disfrutar de todos los beneficios de la valeriana. ¡Sigue leyendo para conocerla mejor!


Valeriana: usos y anécdotas a lo largo de la historia

El uso de la raíz de la valeriana officinalis, también llamada valeriana común o valeriana medicinal, se remonta a la Grecia antigua y al Imperio Romano. El nombre valeriana deriva del vocablo latino “valere” que significa “encontrarse bien”, “estar sano y fuerte”- un nombre adecuado para una planta que en la medicina popular se prescribía para tratar el nerviosismo, con el objetivo de volver a un estado de salud y fuerza mental y física.


valeriana infusion


Existen muchas anécdotas relacionadas a la valeriana. 

El griego Dioscorides, médico en el ejército romano, farmacólogo y botanista, (siglo 1 d. C.) en su tratado De materia medica, la denominó “fu” (“olor desagradable” en griego). 

También se observó que los gatos estaban extremamente atraídos por la valeriana. Se pensó que la razón era el olor fuerte que emana de la raíz y de las flores de la valeriana, de allí el origen del nombre vernáculo de “hierba de los gatos” dado a esta planta. 

¡Es cierto que no podemos negar que la valeriana tiene un olor muy particular! De hecho, muchas personas, cuando por ejemplo se preparan valeriana para dormir, añaden otras plantas a su infusión de valeriana, como por ejemplo manzanilla, tila, bayas o frutas. 

En Tea Shop hemos elaborado una exquisita receta de infusión a base de valeriana, para disfrutar de las propiedades de la valeriana sin renunciar al placer de una sabrosa y reconfortante taza: nuestra infusión Valeriana Garden, con valeriana officinalis contiene naranja, escaramujo, hojas de mora y frambuesa, manzana, pétalos de girasol y aciano, y flor de naranjo. ¡Una deliciosa y placentera forma de relajar el cuerpo y la mente! 

Siguiendo el paso de la historia, añadiremos que, en la Edad Media, la valeriana se consideraba como una panacea, un “cura-todo” al que la gente recurría para tratar la tos, los trastornos menstruales, ciertos trastornos visuales, los golpes y cortes e incluso la epilepsia. 

Hoy en día, sin embargo, son sobre todo sus reconocidas propiedades sedantes y relajantes las que confieren a la valeriana su éxito en fitoterapia y medicina natural. 

Veamos ahora los beneficios de la valeriana y todo el bienestar que esta poderosa planta te puede aportar.


Valeriana propiedades

- Valeriana para dormir 

Entre las infusiones relajantes para dormir destaca la valeriana gracias a su contenido en valepotriatos (iridoides). Los iridoides, unos principios activos presentes en las plantas de la familia botánica de las valerianáceas, tienen la característica de ser unos sedantes vegetales. En fitoterapia se emplean para corregir los trastornos del sueño y las alteraciones emocionales. En el caso del sueño, se ha comprobado que la toma regular de valeriana mejora la conciliación del sueño así como su calidad. 

Así que, si nos preguntamos como conciliar el sueño, la toma de valeriana aproximadamente una hora antes de acostarnos es una excelente opción. ¡La valeriana es buena para dormir!

- Valeriana para la ansiedad 

El efecto sedante de la valeriana que hemos comentado anteriormente la convierte en una excelente aliada a la hora de reducir tensión nerviosa y ansiedad. ¡Si buscamos infusiones para los nervios, podemos contar con la valeriana! Asimismo, la valeriana puede contribuir a disminuir el estado de estrés y los síntomas de depresión leve. Según la dosis usada, y el metabolismo de cada uno, la valeriana puede producir somnolencia, por lo que siempre se aconseja un consumo progresivo con el fin de valorar la respuesta de nuestro organismo.


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- Valeriana relajante muscular 

La valeriana destaca entre las infusiones relajantes musculares por ser una excelente opción para reducir los dolores musculares y articulares, contracturas, calambres, neuralgias y espasmos. De la misma forma, la valeriana se utiliza comúnmente de forma tópica para aliviar calambres y relajar los músculos.

¿Es posible controlar nuestros pensamientos y cambiar los negativos por positivos?

 

¿Es posible controlar nuestros pensamientos y cambiar los negativos por positivos?

Por supuesto que es posible!, pero requiere atención, trabajo y dominio de sí mismo para flexibilizar la rigidez que en muchos casos nos limita y bloquea, no permitiéndonos adoptar otros puntos de vista sobre situaciones concretas o visualizar alternativas menos dañinas.

A continuación damos algunas pautas que te permitirán hacer frente a esos pensamientos negativos que tanto malestar te generan.

– Cuando nos sentimos mal debemos pararnos y descubrir que pensamiento es el que nos ha activado ese sentimiento negativo. Muy probablemente esté precedido por un pensamiento “negativo”, pues un pensamiento positivo es poco probable que despierte en nosotros una emoción dañina. Escríbelo y busca los datos que tienes a favor y los que tienes en contra respecto a lo que acabas de pensar.

– En muchas ocasiones las personas cometemos errores en nuestros pensamientos, que distorsionan la realidad y no nos permiten juzgar con objetividad la situación. Algunas de estas distorsiones que pueden alejarnos de una visión poco realista de la situación son, a modo de ejemplo, la tendencia a creer que sabemos lo que los demás piensan sin que ellos lo verbalicen (adivinación del pensamiento), la tendencia a generalizar, el catastrofismo, el filtrar y quedarnos solo con información negativa, magnificar o minimizar un suceso, etc.

– Una vez detectado ese pensamiento y su posible distorsión, debemos reestructurarlo, es decir, debemos buscar otro pensamiento alternativo que sea más adapta tivo y que no genere tanto daño en nosotros, que nos ayude a encontrarnos mejor y por supuesto, será aquel en el que no estemos cometiendo ninguna distorsión, siendo rígidos o extremistas.

– Una vez descubras cuál es ese otro pensamiento, siéntelo como verdadero e interiorízalo; si esto no sucede deberás buscar otro, pues ese quizás no sea válido.

Nuestra mente no siempre tiene razón

No es tarea fácil detectar algunos de nuestros pensamientos, pues muchos son automáticos y los tenemos tan interiorizados que debemos esforzarnos por averiguar cuáles son los causantes de nuestras emociones negativas, pues ahí es donde radica la clave para poder modificarlos.

Recuerda que nuestra mente no siempre tiene razón y puede estar equivocada. En ocasiones comete errores producto de una atención no adecuada o un fallo de nuestra memoria, y terminamos dando por hecho cosas que quizás no lo sean. Es por ello por lo que no debemos dejarnos llevar por estos, y tenemos que trabajar para finalmente ser nosotros dueños de nuestros pensamientos.

Antidepresivos: efectos secundarios

 

La mayoría de los efectos secundarios de los antidepresivos no son peligrosos, pero pueden ser molestos. Te contamos lo que puedes hacer.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Los antidepresivos pueden causar efectos secundarios desagradables. Los signos y síntomas como náuseas, aumento de peso o problemas de sueño pueden ser comunes al principio. Para muchas personas, estos mejoran a las pocas semanas de comenzar a tomar el antidepresivo. Sin embargo, en algunos casos, los antidepresivos causan efectos secundarios que no desaparecen.

Habla con tu médico o profesional de la salud mental acerca de los efectos secundarios que estés teniendo. En el caso de algunos antidepresivos, el monitoreo de los niveles sanguíneos puede ayudar a determinar el rango de efectividad y hasta qué punto se puede ajustar la dosis para ayudar a reducir los efectos secundarios. En raras ocasiones, los antidepresivos pueden causar efectos secundarios graves que deben tratarse de inmediato.

Si los efectos secundarios parecen intolerables, quizás te sientas tentado a dejar de tomar un antidepresivo o a reducir la dosis por tu cuenta. No lo hagas. Los síntomas pueden reaparecer y dejar de tomar el antidepresivo repentinamente puede causar síntomas similares a los de la abstinencia. Habla con tu médico para que te ayude a identificar las mejores opciones para tus necesidades específicas.

Por lo general, las náuseas comienzan enseguida después de comenzar a tomar un antidepresivo. Puede desaparecer después de que el cuerpo se acostumbre al medicamento.

Considera estas estrategias:

  • Toma el antidepresivo con los alimentos, salvo que hayas recibido la indicación de no hacerlo.
  • Come porciones pequeñas con más frecuencia.
  • Come caramelos duros sin azúcar.
  • Bebe mucho líquido, como agua fría. Prueba un antiácido o subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol).
  • Habla con tu médico para saber si se puede cambiar la dosis o recurrir a una forma de liberación lenta del medicamento.

Quizás aumentes de peso debido a la retención de líquidos o a la falta de actividad física, o porque tienes más apetito cuando se alivian los síntomas de la depresión. Algunos antidepresivos probablemente causen más aumento de peso que otros. Si te preocupa el aumento de peso, pregúntale a tu médico si es un posible efecto secundario del antidepresivo que te ha recetado y analicen las maneras de tratar este asunto.

Considera las siguientes estrategias:

  • Reduce el consumo de dulces y bebidas azucaradas.
  • Selecciona alimentos nutritivos bajos en calorías, como frutas y verduras, y evita las grasas trans y saturadas.
  • Mantén un diario de alimentos: el seguimiento de lo que comes puede ayudarte a controlar tu peso.
  • Busca el consejo de un dietista registrado.
  • Haz actividad física regular o haz ejercicio la mayoría de los días de la semana.
  • Habla con tu médico acerca de cambiar de medicamento, pero pregúntale las ventajas y desventajas.

La fatiga y la somnolencia son comunes, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento con un antidepresivo.

Considera estas estrategias:

  • Toma una breve siesta durante el día.
  • Haz algo de actividad física, como caminar.
  • Evita conducir u operar maquinaria peligrosa hasta que pase la fatiga.
  • Toma tu antidepresivo a la hora de acostarte si tu médico lo aprueba.
  • Habla con el médico para ver si es mejor ajustar la dosis.

Algunos antidepresivos pueden causar insomnio, lo que dificulta dormir o permanecer dormido, por lo que puedes estar cansado durante el día.

Considera estas estrategias:

  • Toma el antidepresivo por la mañana si tu médico lo aprueba.
  • Evita los alimentos y bebidas con cafeína, particularmente al final del día.
  • Haz actividad física o ejercicio regularmente, pero hazlo varias horas antes de acostarte, para que no interfiera en tu sueño.
  • Si el insomnio es un problema continuo, consulta a tu médico acerca de la posibilidad de tomar un medicamento sedante a la hora de acostarte o pregúntale si tomar una dosis baja de un antidepresivo sedante como trazodona o mirtazapina (Remeron) antes de acostarte podría ayudarte.

La sequedad de boca es un efecto secundario común de muchos antidepresivos.

Considera las siguientes estrategias:

  • Bebe agua regularmente o chupa trozos de hielo.
  • Mastica chicle sin azúcar o chupa caramelos duros sin azúcar.
  • Evita el tabaco, el alcohol y las bebidas con cafeína porque pueden hacer que tu boca se seque.
  • Respira por la nariz, no por la boca.
  • Cepíllate los dientes dos veces al día, usa hilo dental diariamente y visita a tu dentista regularmente. Tener la boca seca puede aumentar el riesgo de caries.
  • Habla con tu médico o tu dentista acerca de los medicamentos de venta libre o recetados para tratar la sequedad de boca.
  • Si la sequedad de boca continúa siendo extremadamente molesta a pesar de los esfuerzos anteriores, pregúntale a tu médico sobre los pros y contras de reducir la dosis del antidepresivo.

A menudo se asocia el estreñimiento con los antidepresivos tricíclicos porque estos interrumpen el funcionamiento normal del tracto digestivo y de otros sistemas orgánicos. Otros antidepresivos también causan estreñimiento algunas veces.

Considera estas estrategias:

  • Bebe mucha agua.
  • Come alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras frescas, salvado y cereales integrales.
  • Haz ejercicio en forma regular.
  • Toma un suplemento de fibra (Citrucel, Metamucil u otros).
  • Pídele consejo a tu médico sobre los ablandadores de heces si las otras medidas no funcionan.

El mareo es más común con los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) que con otros antidepresivos. Estos medicamentos pueden causar presión arterial baja, lo que resulta en mareos.

Considera estas estrategias:

  • Levántate lentamente si estás sentado y quieres ponerte de pie.
  • Usa pasamanos, bastones u otros artículos resistentes como apoyo.
  • Evita conducir u operar maquinaria.
  • Evita la cafeína, el tabaco y el alcohol.
  • Bebe mucho líquido.
  • Toma tu antidepresivo a la hora de acostarte si tu médico lo aprueba.

La agitación, la irritabilidad o la ansiedad pueden ser el resultado del efecto estimulante de ciertos antidepresivos. Aunque tener más energía puede ser algo positivo, quizás signifique que no puedas relajarte o quedarte quieto aunque lo desees.

Considera las siguientes estrategias:

  • Haz ejercicio con regularidad, por ejemplo, trotar, andar en bicicleta o hacer ejercicios aeróbicos, o algún tipo de actividad física, como caminar. Habla primero con tu médico acerca del tipo de ejercicios o actividad física más convenientes para ti.
  • Practica ejercicios de respiración profunda, relajación muscular o yoga.
  • Consulta con tu médico acerca de la posibilidad de tomar un medicamento relajante o sedante temporalmente, o cambiar a un antidepresivo que no sea tan estimulante.

Presta atención si tienes pensamientos acelerados o impulsivos junto con un aumento de energía. Si esto ocurre, habla con tu médico de inmediato porque pueden ser signos de trastorno bipolar u otro trastorno grave.

Muchos antidepresivos causan efectos secundarios sexuales, como la disminución del deseo sexual y la dificultad para llegar al orgasmo. Algunos antidepresivos pueden causar dificultades para tener o mantener una erección (disfunción eréctil). Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) tienen más probabilidades de causar efectos secundarios sexuales que otros antidepresivos.

Considera las siguientes estrategias:

  • Considera la posibilidad de tomar un medicamento que solo requiera una dosis diaria y programa la actividad sexual antes de tomar esa dosis.
  • Habla con tu médico acerca de cambiar a un antidepresivo que pueda tener menos efectos, como el bupropión (Wellbutrin, SR, Wellbutrin XL, otros), o de ajustar la dosis del medicamento actual para aliviar los efectos secundarios sexuales.
  • Habla con tu pareja acerca de los efectos secundarios sexuales y de cómo cambian tus necesidades. Ajustar tu rutina sexual puede ser útil. Por ejemplo, quizás necesitas una mayor estimulación antes de tener relaciones sexuales.
  • Habla con tu médico acerca de las opciones de medicamentos, como el sildenafil (Viagra), que pueden aliviar temporalmente los efectos secundarios sexuales o tratar la disfunción eréctil y cualquier riesgo asociado. Evita los suplementos de hierbas de venta libre que prometen un mayor deseo y desempeño sexual: no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y algunos podrían ser peligrosos para tu salud.

En función de la salud de tu corazón y del tipo de antidepresivo que tomes, es posible que necesites un electrocardiograma (ECG) antes del tratamiento o periódicamente durante su curso. El electrocardiograma se usa para monitorear lo que se llama el intervalo QT para asegurarse de que no sea prolongado. Un intervalo QT prolongado es una afección del ritmo cardíaco que puede aumentar el riesgo de ritmos cardíacos irregulares graves (arritmias).

Ciertos antidepresivos no deben usarse si ya tienes problemas cardíacos o si estás tomando un inhibidor de la monoaminoxidasa. Habla con tu médico acerca de tu salud cardíaca y de cualquier medicamento para el corazón u otros medicamentos que tomes.

Algunos estudios indican que las variaciones en los genes pueden jugar un papel en la efectividad y el riesgo de sufrir efectos secundarios de antidepresivos específicos. Así que tus genes pueden, al menos en parte, determinar si un cierto antidepresivo funcionará bien para ti y si es probable que presentes ciertos efectos secundarios.

Algunos lugares ya ofrecen pruebas genéticas limitadas para ayudar a determinar la elección de antidepresivos, pero las pruebas no son rutinarias y no siempre están cubiertas por el seguro.

Se están realizando más estudios para determinar cuál podría ser la mejor opción de antidepresivo basada en la composición genética. Sin embargo, las pruebas genéticas son parte, no un reemplazo, de un examen psiquiátrico completo y de las decisiones clínicas.

Estoy triste y de bajón, ¿por qué?

 

Estoy triste y de bajón, ¿por qué?

Quien más y quien menos ha sufrido en algún momento 
de su vida un bajón anímico. Con ayuda de estas estrategias te resultará fácil recuperarte y evitar volver a sufrirlos.

estoy de bajon triste causas y como evitarlo
Laura Hernandez Tornil

Redactora Jefe Web CLARA.es

Actualizado a

Las causas más habituales de los “bajones” son la falta de confianza, el miedo a tomar decisiones, una baja autoestima, la falta de objetivos y de expectativas de futuro, la incertidumbre ante situaciones importantes o la desmotivación, entre otros. También hay elementos físicos, como el dolor corporal, que repercute directamente en tu estado de ánimo. No tener un sueño reparador o no llevar una dieta sana también tienen una influencia directa.

¿Por qué las mujeres son más propensas a sufrir bajones?

Algunos estudios hablan de una prevalencia de los trastornos depresivos por lo menos dos veces más alta en mujeres que en hombres. La explicación viene determinada por las hormonas que producen los ovarios (estrógenos y progesterona) durante el ciclo menstrual y que dan lugar a cambios en varios neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina, endorfinas o dopamina. Esto puede provocar cambios psicológicos que a su vez pueden causar depresión, ansiedad... Pero no todas las mujeres sufren estos síntomas ni lo hacen con la misma intensidad.

Las causas pueden ser psicológicas o físicas

El estrés también nos afecta

El estilo de vida occidental es muy propicio a que se pueda sufrir estrés o bajones de ánimo debido a la presión en el trabajo, horarios poco compatibles con la vida familiar... Los atascos, las noticias pesimistas, las malas perspectivas en el ámbito laboral y económico, etc., tampoco ayudan a que nuestro nivel de estrés baje. Descubre cómo acabar con el estrés en 5 sencillos pasos.

¿Qué puedo hacer para evitar el bajón?

Es importante practicar actividades que te permitan desarrollar tus aptitudes y talento. Márcate objetivos alcanzables (por muy pequeños que sean) y pon todo tu empeño en conseguirlos.

Además, estos pequeños trucos te vendrán muy bien para evitar los bajones:

  1. Tener pensamientos positivos. No te centres en lo negativo y piensa que de todo se aprende. Para romper con los pensamientos negativos, haz cosas que te levanten el ánimo y que te pongan de buen humor: ver tu serie favorita, leer un libro, ir de compras, hacer puenting… ¡Tú eliges!
  2. Distraer los bajones. Para ello, busca algo muy bueno que te haya pasado. Entrénate para evocarlo cuando estés alegre y tranquila. De esta manera te será más fácil traerlo a la mente cuando aparezcan los bajones.
  3. Ordenar la casa. Puede parecer una tontería, pero te servirá para relajar la mente. Además, haces ejercicio, que ayuda a tonificar el cuerpo y a alejar los momentos de bajón.
  4. Reír cada día. Y no, no vale una sonrisita. Reír es la mejor terapia y es que, además de liberar endorfinas, estimula los músculos faciales, torácicos y los abdominales, y te oxigena.
    laura hernandez web clara
  5. Hablar con tus amigos. Es terapéutico porque nos permite desahogarnos, liberar preocupaciones y sentirnos acompañados. Puedes quedar o llamar por teléfono a una amiga.
  6. Respirar bien. Practica la respiración abdominal, la mejor para serenarte, mientras atraes a tu mente visualizaciones positivas.
  7. Darte un homenaje. Dedica tiempo cada día a realizar algo que desees. Además, sé consciente de las buenas causas que lleves a cabo. Puedes hacer un repaso mental cada noche.
  8. Caricaturizar un problema. Haz tres respiraciones profundas y atrae un pensamiento negativo de baja intensidad durante 20 segundos. Vuelve a pensarlo otros 20 segundos más, pero esta vez imaginando que es un personaje de dibujos animados alegre, feliz y no creíble quien habla de este pensamiento. Practícalo durante varios días y acabarás interpretando ese pensamiento con mejor humor.
  9. No te encierres en casa. De nada sirve compadecerte de ti misma ni encerrarte en casa sin salir. Socializate y sal, verás cómo poco a poco la situación mejora. En verano a la playa. Evita también caer en la tentación de regodearte en tu tristeza y escuchar canciones tristes, o ponerte Titanic tres veces seguidas. Haz más bien lo contrario: música alegre (incluso canciones infantiles) y comedias.

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La importancia de los pensamientos

Nuestros pensamientos producen una emoción y esta, a su vez, una actitud. Por este motivo, es importante cuidar los pensamientos, ya que son los que van a alterar el estado de ánimo. Practicar poco a poco cómo podemos pasar los pensamientos negativos a positivos da unos resultados extraordinarios. Al principio cuesta, pero con la práctica comprobarás que pensar en positivo mejora tu estado de ánimo. No te pierdas estos trucos para lograr ser más positiva y feliz.

Focaliza tu mente hacia pensamientos y recuerdos positivos. Sientes lo que piensas. Remite 2o ve es el matra  de: Estoy de maravilla. 

¿Cuándo debo preocuparme?

Todos pasamos por bajones de ánimo. Sin embargo, tenemos que estar alerta ante el cambio de nuestra manera de sentir, de pensar y de actuar. Si sentimos un malestar que afecta a todo el cuerpo, a nuestro humor, a la manera de comer, al sueño, al deseo sexual, baja nuestra autoestima, dejamos de salir, de hacer lo que nos gusta, nos llena una sensación de desesperanza, etc., podríamos estar ante una depresión y hay que acudir a un especialista.

Masturbaciones masculinas terapéuticas.

 

¿Cuántas veces hay que masturbarse al mes para prevenir el cáncer de próstata?

La ciencia ha hablado.

Una próstata agrandada puede hacer que los hombres orinen con dolor, pero además, puede provocar cáncer de próstata, el primer tipo de cáncer más común entre los españoles según datos de AECC.

¿Cómo se puede prevenir este tipo de cáncer?

Con dieta, con ejercicio, con visitas regulares al médico y con un nuevo método mucho más agradable que ha descubierto la Universidad de Harvard. Según el texto publicado en European Urology, los altos niveles de actividad sexual pueden reducir de forma considerable el riesgo de contraer cáncer de próstata.

En este estudio han participado más de 32.000 hombres y concluyó que aquellos que más veces eyacularon eran menos propensos a la enfermedad.

La gran pregunta es: ¿cuántas veces debe eyacular un hombre al mes? Según estos investigadores en torno a 21. De este modo se puede proteger ese temido cáncer.

El estudio encontró que los hombres que eyacularon al menos 21 veces al mes tuvieron un 33% menos de riesgo de sufrir cáncer de próstata que los que no lo hicieron.

"La frecuencia de la eyaculación es, hasta cierto punto, una medida del estado de salud general en que los hombres en el extremo muy bajo de la eyaculación —de cero a tres veces al mes— eran más propensos a tener otros problemas médicos y morir prematuramente de otras causas diferentes alcáncer de próstata", aseguró Jennifer Rider, autora principal del estudio.

Pero esto no es la panacea y la masturbación no va a salvarte de tener cáncer de próstata. Según los expertos la obesidad, el tabaco y comer alimentos con alto contenido graso también pueden motivar la aparición de la enfermedad.

Sexo o masturbación masculina. Prevenir cánce de prostada

 

El número concreto de eyaculaciones para mitigar el cáncer de próstata

Sexo

Un estudio publicado en European Urology asegura que la gran actividad sexual ayuda a prevenir la enfermedad

El estudio determinó que masturbarse al menos 21 veces al mes reduce el riesgo a padecer cáncer de próstata

El estudio determinó que masturbarse al menos 21 veces al mes reduce el riesgo a padecer cáncer de próstata

SasinParaksa / Getty

Hasta ahora era vox populi que la masturbación masculina, y las eyaculaciones en general, ayudaban en la prevención del cáncer de próstata. La comunidad científica ha ido un paso más allá y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston ha descubierto que es una realidad. No solo eso, señalan que eyacular un mínimo de 21 veces al mes reduce el riesgo de padecer esta enfermedad.

El de próstata es el cáncer más común entre los españoles y uno de los más temidos entre los hombres de cierta edad. Obviamente con la alta actividad sexual, ya sea solo o en compañía, no se evita el riesgo a sufrirlo. La comida saludable, el ejercicio y las revisiones médicas oportunas son claves, al igual que mantenerse alejados de vicios como el tabaco.

Los investigadores analizaron a 32.000 hombres durante 18 años

El estudio mencionado se publicó a finales del año pasado en European Urology . Para llegar a las conclusiones utilizaron los datos aportados por 32.000 hombres durante 18 años, entre 1992 y 2010. Se les preguntó por sus hábitos sexuales y la cantidad de veces que eyaculaban masturbándose, manteniendo sexo con otra persona o con poluciones nocturnas.

De la muestra, los investigadores concluyeron que los que habían eyaculado al menos 21 veces al mes tuvieron menos de riesgo de sufrir cáncer de próstata en comparación con el resto. Incluso vieron que los que eyaculaban pocas veces tenían mayores beneficios en su próstata que aquellos que no tenían vida sexual.

El de próstata es el cáncer más común entre los españoles

El de próstata es el cáncer más común entre los españoles

Jan-Otto / Getty

Los hombres analizados se dividieron en varios grupos. Los que tenían entre 20 y 29 años, y que eyaculaban al menos 21 veces al mes, eran un 19% menos propensos a sufrir este tipo de cáncer que los varones que sólo se habían masturbado entre 4 y 7 veces. El porcentaje mejora con la edad si se mantiene la alta actividad sexual. El grupo de 40-49 años redujeron hasta un 22% las posibilidades de padecer este cáncer.

Jennifer R. Rider, la científica al frente del estudio, sostiene que las infecciones originadas en la próstata se combaten mediante la extracción del semen. “La frecuencia de la eyaculación es, hasta cierto punto, una medida del estado de salud general en que los hombres en el extremo muy bajo – de cero a tres veces al mes- eran más propensos a tener otros problemas médicos y morir prematuramente de otras causas diferentes al cáncer de próstata”, puntualizó Rider en un comunicado de prensa. La masturbación o el sexo acompañado ayudan a prevenirlo, pero nada lo hace tanto como llevar una vida saludable.

Llevar una vida saludable es lo más efectivo para reducir las probabilidades de padecer cáncer de próstata

Que es un matra

 

 Un mantra es una palabra clave como: NO TE TENGO MIEDO. No te tengo miedo. Repetir 21 veces diarias. Otra: TODO SALDRÁ BIÉN (Repetir 21 veces seguida durate 21 días).

Contra las fobias y los pensamientos obsesivos concultivos 


Unn mantra (मन्त्र en alfabeto devanagari) es una palabra sánscrita que se refiere a sonidos (sílabas, palabras, fonemas o grupos de palabras) que, según algunas creencias, tienen algún poder psicológico o espiritual. Los mantras pueden tener o no significado literal o sintáctico.1

El término mantra proviene de man- (‘mente’ en sánscrito) y el sufijo instrumental -tra, podría traducirse literalmente como "Instrumento mental". Se utiliza ante todo para designar las fórmulas en verso y en prosa que se pronuncian durante las ceremonias litúrgicas; esto no debe sorprender, si se considera que precisamente es en los rituales donde los gestos, palabras y pensamientos adquieren su máxima eficacia.

Ya en los textos zoroastristas aparece la expresión haiθīm mathrem (Yasna 31.6) que está relacionada con la expresión sánscrita satia mantram.[cita requerida]

 Mi mantra cristiano es el Padre Nuestro:


Padre nuestro, que estás en el cielo, 

santificado sea tu Nombre;


venga a nosotros tu reino;


hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.


Danos hoy nuestro pan de cada día;


perdona nuestras ofensas


como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;


no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

Ejercicios para superar el pensamiento obsesivo

 

Ejercicios para superar el pensamiento obsesivoPara librarte de las obsesiones y el pensamiento obsesivo hay varias ideas fundamentales que debes tener en cuenta:

1. Tú y tu mente no sois la misma cosa.
2. El trabajo de tu mente consiste en generar todo tipo de ideas, algunas buenas, otras malas, algunas racionales, otras irracionales, absurdas o sin sentido, y algunas aterradoras. Eso no puedes controlarlo. Tú no decides que idea genera u no tu mente.
3. Tu trabajo consiste en quedarte con las ideas que merece la pena considerar y descartar aquellas que son absurdas.
Por desgracia, tu mente no siempre te deja hacer tu trabajo, porque por mucho que tú te empeñes en no pensar en algo, tu mente se empeña con la misma fuerza en presentarte esa idea una y otra vez, de manera que te ves atrapado en un tira y afloja con tu propia mente que no te lleva más que a un estado de agotamiento, estrés y frustración.

Un mantra es una palabra clave: NO TE TENGO MIEDO. No te tengo miedo. repetir 21 veces diarias. Otra: TODO SALDRÁ BIÉN (Repetir 21 veces seguida durate 21 días)


1. Sal de tu tren de pensamiento. En primer lugar, debes cambiar el modo que tienes de ver tu mente. Para hacerlo, imagina un tren con muchos vagones desplazándose por una vía. Cada vagón representa una idea que tu mente genera. Puedes visualizarlo como un vagón de carga donde hay una gran pancarta con el pensamiento escrito en ella. Así, en cada vagón habría un pensamiento como: «voy a llegar tarde», «tengo hambre», «soy torpe», «tengo que revisar el trabajo porque puede haber errores», «esta noche ponen mi serie favorita», «va a pasar algo horrible». Así, el tren llevaría todo tipo de pensamientos y algunos de ellos serían tus pensamientos obsesivos.
Hay dos formas de ver ese tren de pensamientos: desde lejos, como si lo miraras pasar desde un puente, o desde dentro, cuando te has subido al tren y estás dentro de un vagón, dejando que el tren te lleve a donde quiera que vaya, mientras va tomando velocidad y cada vez te resulta más complicado bajarte.
Pero en vez de caerte sin más dentro del vagón de un pensamiento obsesivo, debes ser tú quien decide cuándo observar el tren pasar desde lejos y cuándo subirte en uno de sus vagones. Esto solo se consigue del siguiente modo:

1. Debes estar atento a los contenidos de tu mente.
2. Cuando surja un pensamiento obsesivo (o cualquier otro que no te interesa), no debes luchar contra él, ni tratar de evitarlo, sino observarlo, centrar toda tu atención en ese pensamiento para saber exactamente qué está pensando tu mente. Esta forma de verlo es muy importante porque te ayuda a no identificarte con tus contenidos mentales y darte cuenta de que son ideas generadas por tu mente, que no tienes por qué creerte ni tener en consideración si no lo deseas (recuerda cuál es el trabajo de tu mente y cuál es el tuyo). Entonces le pones una etiqueta que lo resuma, como: «obsesión sobre repasar el trabajo mil veces» y luego lo imaginas en el vagón de tu tren de pensamiento, observando desde lejos, viendo como el tren se aleja llevándose tu pensamiento hasta desaparecer.

2. Sostén tus emocionesSostener tus emociones significa que debes estar dispuesto a sentir tu ansiedad o malestar. Solo hay un modo de acabar con las emociones desagradables, y es sentirlas hasta el final y quedarse con ellas hasta que se agotan por sí mismas.

 
Para entender esto, haz primero una pequeña prueba: cuando sientas picor en una determinada parte de tu cuerpo y sientas el deseo de rascarte, no lo hagas. En su lugar, concéntrate en la sensación de picor, en su intensidad, donde está situada, como es, centra tu atención plenamente en esa sensación sin hacer nada más, mantén la atención sostenida en ella sintiendo el picor al 100%. El picor acaba desapareciendo, a veces enseguida, a veces por puro aburrimiento te das cuenta de que de repente has desviado tu atención del picor, estás haciendo otra cosa, y el picor ha desaparecido. Con tus pensamientos y emociones puedes hacer exactamente lo mismo.


Si tu obsesión te genera ansiedad, tristeza, ira u otro tipo de malestar, concéntrate en la emoción que estás sintiendo, observa cómo es, ponle nombre, descríbela, acepta esa emoción y proponte sentirla mientras esté ahí. Es decir, debes estar dispuesto a sentirla sin hacer nada para dejar de sentirla y quedarte ahí, con ella. ¿Qué pasa cuando haces eso? Que la ansiedad acaba desapareciendo, porque es así como funciona la mente humana, que es incapaz de permanecer en un mismo estado mucho tiempo. Cuando «sostienes» el malestar y no dejas que tus obsesiones te empujen a realizar la compulsión, puedes hacer una vida normal a pesar de ellas, puedes hacer todo lo que desees a pesar de tus obsesiones.

3. Otras técnicas, Si las técnicas anteriores no son suficientes, puedes probar algunas de las siguientes. Son técnicas que te ayudarán a distanciarte de tus obsesiones y no acabar metido en el vagón y arrastrado por el tren del que hablaba al principio, sino que te ayudarán a dejar que el tren pase de largo sin subirte a él.

Recuerda siempre que tu objetivo no es que no se produzcan las obsesiones. Eso no es posible, no puedes controlar las ideas que genera tu mente, solo puedes controlar lo que haces con ellas (es decir, si te quedas con ellas o las dejas pasar) y tu propia conducta.


– Canta tu obsesión: ponle la música de alguna canción que te guste y cántala. Escucha la radio.
Repite la obsesión en voz alta lo más rápido posible durante 45 segundos. Por ejemplo, si tienes un trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con el lavado de manos, puedes repetir la palabra «lavamanos-lavamanos-lavamanos» una y otra vez a toda velocidad. Aunque parezca un poco absurdo, funciona porque te ayuda a distanciarte de tus pensamientos e impedir así que dominen tu conducta. 

Haz la prueba; es fácil.


– Utiliza la metáfora de las hojas en el río.
Escribe tu obsesión en una hoja, en letras grandes, ponla en la pared y obsérvala como lo haría un extraterrestre sin emociones que está observando a la especie humana.


– Describe lo que está pasando, lo que tu mente está haciendo: «mi mente está presentándome un pensamiento obsesivo y absurdo. Gracias, mente, por hacer tu trabajo». Esto también te ayudará a distanciarte. Cuanto más te distancies de tus pensamientos, menos te dominarán.

Publicacado: https://gabinetpsicologicmataro.com/ejercicios-para-superar-el-pensamiento-obsesivo/

Lo que yo he experimentado es que no lo evites es como la imagen de la fobias las ratas de mi infancia, y lo superé, pienso en ellas hasta que se agota la imagen en mi cabeza y se van. No la reuyo. No podia ni esbrir ni leer la palabra rata,  en Delibes, y ahora rata,, ratzas rata, rata... sin problemas.

¿Cuál es la frontera entre los pensamientos productivos e improductivos o pensamiento obsesivo?

La rumiación es un proceso cognitivo, implicado en la regulación emocional y el afrontamiento de emociones displacenteras, que ha recibido una gran confirmación empírica (basada en la evidencia) en la investigación clínica, y que es considerado un factor transdiagnóstico ya que participa en diversos desórdenes emocionales: depresión, ansiedad, trastornos de alimentación, abuso de sustancias, descontrol de impulsos, del enfado, entre otros, e interfiere en la solución efectiva de problemas.

La rumiación ha sido considerada un estilo de respuesta ante el malestar, que se caracteriza por largas cadenas de pensamientos repetitivos, cíclicos, autofocalizados –¿Por qué reacciono de esta manera? ¿Por qué no puedo concentrarme? ¿Por qué estoy tan cansada? ¿Por qué no me siento bien con nada?–, las posibles causas –¿Por qué yo me deprimo y los otros no?– y las consecuencias del estado de ánimo –Si no consigo sentirme mejor, no podré terminar la tarea y me despedirán– que incrementan el malestar y propician una reflexión pasiva y recurrente, que no guía y bloquea la solución activa de problemas (Nolen-Hoeksema, 1991).

Diversas investigaciones han identificado que es el componente “cavilativo” y pasivo el que resulta más desadaptativo. La cavilación pasiva contribuye al incremento de pensamientos automáticos negativos coherentes con el estado de ánimo, que incrementan a la vez las amenazas y posibles consecuencias negativas, constituyendo círculos improductivos de pensamiento que favorecen explicaciones pesimistas y fatalistas.

En definitiva, entramos en el bucle: pensamos mal luego nos sentimos mal, ergo, pensamos mal.

Por otra parte, esta autofocalización y pensamiento recurrente interfiere con recursos atencionales, dificultando la concentración, aumentando la probabilidad de errores y fallos en la solución efectiva de los problemas, lo que a la vez contribuye a sentimientos de impotencia e incapacidad para controlar las situaciones y las circunstancias.

La rumiación y la preocupación, son dos procesos cognitivos que están estrechamente relacionados, que comparten ciertas características y consecuencias, si bien se pueden distinguir principalmente por su orientación temporal. Mientras la rumiación está centrada en eventos presentes o del pasado, la preocupación está orientada hacia amenazas potenciales futuras. Distinguirlas es importante ya que nos ayudará a identificar y escoger la mejor estrategia para hacer frente a la situación.

El pensamiento obsesivo cambia la forma en la que vemos las cosas

El modo en que pensamos cambia la forma en la que vemos las cosas

5 sugerencias para manejar el pensamiento obsesivo ante situaciones de malestar

  1. Adopta una actitud proactiva, sal del pensamiento obsesivo o reflexión pasiva sobre los problemas o tu situación actual, recupera el contacto con otras perspectivas de una misma realidad.
  2. Identifica cuál es el principal temor o fuente de malestar que está activando tus pensamientos repetitivos o pensamiento obsesivo. ¿Se relaciona con algo del pasado, presente o futuro? ¿Hay algo que puedas hacer para cambiar la situación? Un mantra es una palabra clave: NO TE TENGO MIEDO. No te tengo miedo. repetir 21 veces diarias. Otra: TODO SALDRÁ BIÉN (Repetir 21 veces seguida durate 21 días)
    • a) Si la respuesta es afirmativa, oriéntate hacia las posibles soluciones. En este caso, aunque puede parecer paradójico preguntarse sobre qué es lo peor que puede pasar, en ocasiones contribuye a poner en perspectiva la realidad más probable y manejar las consecuencias. Considera los errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. No hay una sola e infalible forma de hacer frente al malestar. Creatividad y flexibilidad son una llave para el desarrollo de tu potencial.
    • b) En caso contrario, disponte a dejar ir lo que no depende de ti y concéntrate en lo que sí depende de ti: cómo llevarlo mejor. Establece metas concretas que contribuyan a mejorar tu estado de ánimo. Aquí la distracción y la realización de actividades gratificantes te ayudarán a centrarte en el presente y aumentará gradualmente tu sensación de autocontrol y orientación.
  3. Sal a dar un paseo, una caminata o ejercicio físico, te ayudará a cambiar el curso de tus pensamientos permitiendo un nuevo enfoque a la situación.
  4. Habla con alguna persona amiga. Poner palabras a tus pensamientos rumiativos, permite organizar ideas y estructurar un discurso coherente permitiendo una visión más realista de las cosas.
  5. Escribe tus pensamientos en un papel o en el ordenador. Permite organizar y estructurar pensamientos y clarificar los motivos o funciones que están cumpliendo el pensamiento obsesivo, los pensamientos rumiativos o la pasiva reflexión.

Anota tu pensamiento obsesivo

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21 días seguidos para cambiar una imagen metal por otra

  

 

“Se requiere un mínimo de 21 días seguidos para que una imagen mental establecida desaparezca y se mecanice una nueva”. Habrá algunas metas que no requieran demasiado esfuerzo, pero, por el contrario, habrá otras que sean todo un reto personal. Puedes aplicar las 3 reglas de oro: empieza con una meta, evalúate cada 21 días y descubre por ti mismo la mejor técnica de apoyo. Usamos esos 21 días como parámetro para reevaluarnos y ver si estamos listos para entrenar un nuevo hábito o simplemente necesitamos más tiempo. Pero debes tener muy claro que las repeticiones constantes son la que nos dan ventaja para crear un hábito. Recuerda que el cerebro aprende por asimilación y repetición. A medida que los días pasan, el hábito se hace cada vez más automático, por lo que la actividad en la corteza cerebral (incluso la relacionada con la memoria) va disminuyendo, mientras que la actividad en los ganglios basales aumenta. Debes  tener presente lo que dicen los Rolling Stones: “no siempre se consigue lo que se quiere, pero se obtiene lo que se necesita”. De hecho, mi verdadero paradigma era mi padre, un intelectual hasta la médula que, a sus 97 años, cuando iba a realizar algo, se decía a sí mismo en voz alta, “Arriba león”, y se transformaba en imbatible. Por todo ello,  vivo tomando como base lo que decía Gandhi: “un esfuerzo total es una victoria completa”.

 https://institutoeuropeo.es/articulos/blog/21-dias-para-cambiar-de-habitos/

¿Cómo cambiar los pensamientos negativos? Los 3 obstáculos en el camino del cambio

 

¿Cómo cambiar los pensamientos negativos? Los 3 obstáculos en el camino del cambio

Obstáculos para cambiar pensamientos negativos

Hay tres obstáculos que puedes encontrar para poner en duda tu forma de pensar negativa. Pero también hay una herramienta para sortear estos obstáculos y avanzar en tu camino hacia el cambio de los pensamientos negativos.

¿Sigues dudando? Continuamos…

Obstáculo 1

“Yo pienso bien, soy objetivo y no hay más realidad que la que yo veo”.

Pocas personas considerarían esta afirmación como propia. Sin embargo, creo que todos hemos pensado alguna vez: “sé lo que va a pasar”, “sé lo que me va a decir”, o “lo intentaré, pero no puedo hacerlo”. Cuando piensas así, en realidad, para ti no es una simple hipótesis, sino que crees racional y “físicamente” que eso que piensas es real. Es decir construyes en tu mente el argumento: pensamiento = realidad.

Por eso si piensas que “lo que va a pasar” es que, por ejemplo, tu cambio de trabajo es una oportunidad de mejora que te hará muy feliz, tu cuerpo se llena de energía y se lanza a hablar de ello con los demás. Pero si piensas que ese cambio es consecuencia de que la empresa no valora tu trabajo y tu estado laboral empeorará, tu cuerpo muestra tensión, desánimo e irritabilidad.

Sin embargo, aunque tu razonamiento, reafirmado por tus sensaciones corporales y emocionales, te digan que A: cambio = mejora = felicidad, o B: cambio = minusvaloración = empeoramiento = infelicidad; es fundamental ser consciente que ambas opciones son pensamientos. Sólo pensamientos. Hipótesis que pueden cumplirse o no cumplirse.

Una de las conversaciones que suelo tener cuando trabajo en el cambio de pensamientos negativos con una persona, trata justo sobre esto. Y estas son algunas preguntas que le hago: ¿Cuando te has equivocado pensando?. ¿Cuándo diste como real algo que no lo era?. Y hoy ¿en qué has pensado erróneamente?. Y ahora mismo ¿qué pensamiento negativo está activo y tu cuerpo y tus emociones están tratando como real, cuando podría no serlo?

Más información en Psicología y Psiquiatría

Del miedo al futuro, de la tendencia de algunas personas a esperar lo peor, de la incertidumbre y de la ansiedad anticipatoria, nos habla Marta de la Fuente en un artículo «imperdible».

Obstáculo 2

La culpa: “No puedo evitar pensar así y ello me hace sentir fatal”.

Si llegan a tu mente frecuentes pensamientos que te bloquean, te desaniman, te alejan de tus objetivos y tus valores… no hay nada que estés haciendo mal en ese instante en que aparecen. No hay nada que te haga responsable de que esos pensamientos lleguen a tu mente: son automáticos. No tienes “la culpa” de que los pensamientos negativos aparezcan: no puedes eliminar su aparición.

Cuando tu cuerpo te hace sentir opresión en el estómago o en el pecho, algo de aturdimiento y venga de forma continua la misma frase o imagen, no está en tu mano que eso no surja. Pero sí hay algo que puedes hacer en relación a cómo actúa tu mente, justo después de la aparición de esos pensamientos.

Eres capaz de hacer que esos pensamientos negativos no se instalen en ti como una realidad.

Para que el cambio de pensamientos funcione, hemos de tener una actitud clara y sencilla:

No eres culpable de que algunos pensamientos negativos aparezcan. Pero una vez ya han aparecido, sí eres responsable de hacerte capaz de identificarlos, dirigirlos y construir poco a poco, una forma distinta de pensar.

Obstáculo 3

“Puedo pensar de otra forma, pero no me lo creo”.

“Sí, entiendo que podría pensar que las cosas pueden mejorar y que seré capaz de superar esta ruptura, pero ahora mismo no lo siento así”. “Podría pensar que de este estado de absoluta desolación puedo salir, pero no lo creo posible en esta situación. No puedo sentir que es cierta esa forma de pensar. Sí estuvieras en mi situación pensarías como yo, que no hay solución posible. Puedo pensar lo que me pides, pero sería auto engañarme”.

Esta respuesta es normal. Es normal este tipo de razonamiento. Nos está diciendo que… empieza el trabajo.

Poder generar un pensamiento distinto, aún sin creérnoslo, es el primer paso.

Es normal que no te lo creas en un primer momento. Que no sientas realmente que superarás una ruptura o que la desolación no tiene salida o que cualquier otro mensaje que traiga tu pensamiento no es cierto, no es veraz.

La clave no está en pensar de otra forma cuando creas que es real, cuando sientas que es real. La clave está en que tu diálogo interno te haga dudar, y con ello, empezar a actuar de forma distinta, de forma acorde a esa duda. ¿Estoy seguro que no seré capaz de superar la ruptura? ¿Recuerdo si pensé algo similar en la anterior separación? ¿Y he estado feliz tras ello? ¿Y si la supero también esta vez?.

Sólo tras un tiempo viviendo conforme a la duda que hemos generado respecto al pensamiento negativo inicial, podremos comprobar si esa duda tenía sentido.

Cambiar tu pensamiento negativo, aún sin creer que eso funcionará, vivir respecto a ese cambio, y comprobar más tarde si ha ocurrido algo distinto que te haga sentir que ese cambio puede ser más real de lo que sentías inicialmente.

Una técnica para superar los obstáculos y cambiar tus pensamientos negativos: 5 pasos

Reestructuración cognitiva ante los pensamientos negativos

Identificar pensamientos negativos y generar pensamientos alternativos para que surja así la duda sobre el pensamiento inicial.

Una de las herramientas que usamos los psicólogos y psicólogas en nuestros tratamientos, es el entrenamiento en reestructuración cognitiva, para cambiar los pensamientos negativos y así modificar el malestar emocional; es la de generar pensamientos opuestos a aquellos que te hacen sentir mal. Para ello:

  1. El primer paso es aumentar tu habilidad de hacerte consciente de qué pensamientos concretos, específicos, están asociados a tus momentos de malestar. No puedes cambiar tus pensamientos si no los reconoces.
  2. A continuación, tendrás que saber identificar ese pensamiento en su forma completa. Es decir, que tenga sentido, represente y explique tu forma de sentirte con respecto a esa situación. Que tengas la sensación de que justo esa imagen, o esa frase, explica de forma muy cercana cómo y por qué te sientes así.
  3. El paso siguiente es generar un pensamiento opuesto al inicial (no una mera negación del anterior). Sabrás que lo has hecho bien porque nada más generarlo tendrás la sensación de que este nuevo pensamiento es totalmente irreal. Incluso puede que te moleste generar un pensamiento así por lo desajustado que te parezca con respecto a lo que consideras que es la realidad. La única norma en este paso, es que el pensamiento opuesto no sea algo que dependa de factores externos (otras personas, el azar, el paso del tiempo…), sino que dependa de uno mismo o de una misma.
  4. Lo siguiente es generar la duda. Haz un esfuerzo y busca argumentos por los que, esforzándote en la reflexión, podrías defender ante alguien que este nuevo pensamiento no es tan incierto como parece. Es más, que podría ser en parte cierto. Aunque no te lo creas.
  5. Termina haciéndote consciente de que tanto el pensamiento inicial como el pensamiento opuesto, pueden ser los dos extremos que definirían el cómo describes una realidad. Dos polos dicotómicos u opuestos, en los que no se puede ubicar la perspectiva más cercana a lo objetivo, y a la vez, también más cercana a tus valores (lo que esperas de ti y de tu vida). Desde ahí, encuentra pensamientos alternativos que se ubiquen en esa línea que uniría el pensamiento inicial y su opuesto, y observa si tus sensaciones te indican que podrías intentar pensar así.
La reestructuración cognitiva permite generar pensamientos alternativos a los pensamientos negativos Clic para tuitear

Un ejemplo de aplicación de esta aproximación a la técnica de reestructuración cognitiva

  1. Identificar pensamientos. “Sería horrible perder mi trabajo”. (Me doy cuenta que parte de mi malestar y ansiedad asociada a mi trabajo está detrás de este pensamiento)
  2. Identificar el significado del pensamiento en su forma completa. “Pensar en perder mi trabajo me lleva a verme sin conseguir otro trabajo, encerrado en casa y sin estabilidad económica familiar”. (Creo que realmente este es el significado que explica mi forma de sentirme ante la posibilidad de perder mi trabajo)
  3. Pensamiento opuesto. “Perder mi trabajo sería una muy buena noticia.” (Sé que estoy generando el pensamiento opuesto bien, porque sólo al expresar esto se genera en mí una reacción de rechazo, de algo en contra de lo que suelo pensar). Otra opción: “Sería terrible que no perdiera mi trabajo”.
  4. Genera la duda. Argumenta a favor del pensamiento opuesto. “Aunque me ha costado, tras mucho pensar puedo decir que, en parte, sería una gran noticia perder mi trabajo porque no creo que estar todos los días 10 horas en continuo malestar sea bueno para mí. Además, dicen que los miedos se hacen más pequeños cuando pasan realmente. Y también pienso que sería un momento en que podría contar con el apoyo de las personas que me quieren realmente. Y todo eso, aunque no lo sienta realmente mientras lo escribo, sería algo bueno para mí.”
  5. Y tras la duda, el pensamiento alternativo que se sitúa entre el inicial y su opuesto. “Perder el trabajo sería un momento difícil para mí. Me sentiría bien por mi esfuerzo diario y por mis ganas de mejorar. Tendría miedo acerca de qué pasaría con mi estabilidad económica. Trabajaría duro para conseguir un nuevo trabajo en el que me sintiera mejor que en el actual”.

El cambio de los pensamientos negativos te hace sentir mejor

¿Te hace sentir de forma distinta esta nueva forma de pensar?.

Si es así, sumérgete en esta nueva perspectiva que estás iniciando. Actúa durante un tiempo como si fuera cierta y contrasta el resultado. Ten en cuenta que adquirir un nuevo hábito es un proceso. Tal vez empieces a observar que vas sintiéndote mejor y que progresivamente mejora tu autoconfianza y tu autoestima.

El primer beneficio al aplicar la reestructuración cognitiva es sentirse mejor Clic para tuitear

Si no es así, date un respiro. Dentro de un rato, o mañana, u otro día, encontrarás un argumento nuevo para defender tu opuesto, valora alternativas que te generen sensaciones distintas.

Mientras dudes de tus pensamientos negativos, la posibilidad del cambio siempre está abierta, esperando a que des con el “clic” que empiece a mover las cosas en un sentido diferente.

Autor

Psicólogos Madrid José SerranoJosé Serrano

Psicólogo Sanitario. Especialista en Psicología Clínica. Experto en trastornos del estado de ánimo, estrés y ansiedad.