¿Qué son los cuidados paliativos?


El objetivo de los cuidados paliativos es ayudar a las personas con una enfermedad grave a sentirse mejor. Estos previenen o tratan los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y los tratamientos. Con los cuidados paliativos, también se tratan problemas emocionales, sociales, prácticos y espirituales que la enfermedad plantea. Cuando las personas se sienten mejor en estas áreas, tienen una mejor calidad de vida.
Los cuidados paliativos pueden brindarse al mismo tiempo que los tratamientos destinados para curar o tratar la enfermedad. Los cuidados paliativos se pueden dar cuando se diagnostica la enfermedad, durante todo el tratamiento, durante el seguimiento y al final de la vida.
Los cuidados paliativos se les pueden ofrecer a personas con enfermedades tales como:
  • Cáncer
  • Enfermedad cardíaca
  • Enfermedades pulmonares
  • Insuficiencia renal
  • Demencia
  • VIH/SIDA
  • ELA (esclerosis lateral amiotrófica)
Mientras reciben cuidados paliativos, las personas pueden permanecer bajo el cuidado de su proveedor regular y todavía recibir tratamiento por sus enfermedades.

¿Quién brinda los cuidados paliativos?

Cualquier proveedor de atención médica puede brindar cuidados paliativos. Pero algunos proveedores se especializan en ellos. Los cuidados paliativos los puede brindar:
  • Un equipo de médicos
  • Enfermeros y enfermeros especializados
  • Asistentes físicos
  • Nutricionistas certificados
  • Trabajadores sociales
  • Psicólogos
  • Masajistas terapeutas
  • Capellanes
Los cuidados paliativos los pueden ofrecer los hospitales, las agencias de atención médica domiciliaria, las clínicas de oncología y las clínicas de atención a largo plazo. El proveedor o el hospital puede darle los nombres de especialistas en cuidados paliativos cercanos a usted.

La diferencia entre cuidados paliativos y atención para pacientes terminales

Tanto los cuidados paliativos como la atención para pacientes terminales brindan bienestar. Pero los cuidados paliativos pueden empezar en el momento del diagnóstico y al mismo tiempo que el tratamiento. La atención para pacientes terminales comienza después de que se suspende el tratamiento de la enfermedad y cuando es claro que la persona no va a sobrevivir a ella.
La atención para pacientes terminales se ofrece normalmente solo cuando se espera que la persona viva 6 meses o menos.

Lo que incluyen los cuidados paliativos

Una enfermedad grave afecta más que simplemente el cuerpo. Afecta todos los ámbitos de la vida de una persona y de la vida de los miembros de la familia. Los cuidados paliativos pueden abordar estos efectos de la enfermedad de la persona.
Problemas físicos. Algunos síntomas o efectos secundarios incluyen:
Los tratamientos pueden incluir:
  • Medicamentos
  • Orientación nutricional
  • Fisioterapia
  • Terapia ocupacional
  • Terapias integradoras
Problemas emocionales, sociales y de afrontamiento. Los pacientes y la familia enfrentan estrés durante una enfermedad que puede provocar miedo, ansiedad, desesperanza o depresión. Los miembros de la familia pueden responsabilizarse de brindar los cuidados, incluso si también tienen trabajos u otros deberes.
Los tratamientos pueden incluir:
  • Asesoramiento
  • Grupos de apoyo
  • Reuniones familiares
  • Remisiones a profesionales en salud mental
Problemas prácticos. Algunos de los problemas planteados por una enfermedad son de carácter práctico, tales como problemas de dinero o laborales, inquietudes sobre el seguro y asuntos legales. Un equipo de cuidados paliativos puede:
  • Explicar los formularios médicos complejos o ayudar a las familias a entender las opciones de tratamiento
  • Proporcionar o remitir a las familias a asesoría financiera
  • Ayudarlo a conectarse con recursos de transporte y de alojamiento
Asuntos espirituales. Cuando las personas son retadas por una enfermedad, pueden buscarle un sentido o cuestionar su fe. Un equipo de cuidados paliativos puede ayudar a los pacientes y a sus familias a explorar sus creencias y valores para que puedan acercarse a la aceptación y la paz.

Infórmese más

Coméntele al médico lo que más le molesta y lo que más le preocupa. Dígale al médico lo que es importante para usted. Dele al médico una copia de su testamento o el poder para asistencia médica.
Pregúntele al médico qué servicios de cuidados paliativos están disponibles para usted. Los cuidados paliativos casi siempre están cubiertos por el seguro médico, incluidos Medicare o Medicaid. Si no tiene un seguro médico, hable con un trabajador social o el asesor financiero del hospital.
Conozca sus opciones. Lea acerca de los documentos de voluntades anticipadas, decidir respecto al tratamiento que prolonga la vida y elegir no tener CPR (órdenes de no reanimar).

Nombres alternativos

Cuidados paliativos; Final de la vida - cuidados paliativos; Hospital para enfermos terminales - cuidados paliativos

Referencias

House SA. Palliative and end-of-life care. In: Kellerman RD, Bope ET, eds. Conn's Current Therapy 2018. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:41-46.
Oxenham D. Palliative care and pain. In: Walker BR, Colledge NR, Ralston SH, Penman ID, eds. Davidson's Principles and Practice of Medicine. 22nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier Churchill Livingstone; 2014:chap 12.
Rakel RE, Trinh TH. Care of the dying patient. In: Rakel RE, Rakel DP, eds. Textbook of Family Medicine. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 5.
Schaefer KG, Abrahm JL, Wolfe J. Palliative care. In: Hoffman R, Benz EJ, Silberstein LE, et al, eds. Hematology: Basic Principles and Practice. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 92.

Ultima revisión 1/14/2018

Versión en inglés revisada por: Linda J. Vorvick, MD, Clinical Associate Professor, Department of Family Medicine, UW Medicine, School of Medicine, University of Washington, Seattle, WA. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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Tras cuatro operaciones de rodilla con una prótesis infectada, actualmente vivo feliz con una artrofesis.

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Un lector en Facebook

Síntomas de la ansiedad, miedos. Hablar en público.

¿Cuáles son los síntomas físicos de la ansiedad? Conocer y preparando al organismo para afrontar el supuesto peligro, de manera que podemos sentir:

Sensación de nerviosismo e inquietud

Normalmente inexplicable pues no se sabe bien porque ocurre pero sí notamos qué nuestro cuerpo empieza a sentirse más agitado debido a que el cuerpo libera adrenalina y noradrenalina en las situaciones de peligro. Recordad siempre como se siente nuestro cuerpo ante un susto.

Taquicardia

Dado que el cuerpo ha aumentado la frecuencia y la fuerza de los latidos del corazón, con el objetivo de que puedas atacar o huir de la situación que está provocando dicho estado de ansiedad. [No pasa absolutamente nada porque sintamos taquicardia cuando estamos en un acto público y no van a llamar para, por ejemplo, hablar en público, o recitar, o dar una conferencia. No nos va a pasar nada porque el corazón se acelere a 120 pm, lo que enemos que hacer es respirar con frecuencia. es un miedo inexistente por falta seseguridad, una vez que salimos al estranos se nos quita. El mejor remedio es el entrenamiento de salir muchas veces al estrado. Si siempre te pasa debes acudir al medico para que te recete un ansiolítico].
La taquicardia es un sintoma fisico de la ansiedad

Mareo

La tensión de los músculos, más concretamente de la zona de las cervicales disminuye el aporte de sangre a la cabeza, y por eso podemos sentir mareo.

Opresión en el pecho

Causado por la tensión de los músculos que rodean la parte de los pulmones, por tener más oxígeno del necesario.

Falta de aire

Porque tu cuerpo respira más cantidad de aire y más deprisa, al tener más oxigeno en sangre hace qué notes muchas de las sensaciones internas que estamos explicando, y la sensación sea de falta de aire aunque normalmente lo que ocurre es todo lo contrario, tenemos un exceso de oxígeno, es lo que se conoce como hiperventilación.

Sudoración, calor, sofocos y escalofríos

Debido a que aumenta la temperatura en las zonas corporales más vitales a la vez que se activa el mecanismo del sudor.

Naúseas y molestias digestivas

Son efectos normales que provoca la misma activación del organismo en el sistema digestivo.

Tensión y rigidez muscular

Este síntoma de ansiedad es causado por la tensión muscular excesiva.

Cansancio y agotamiento

A veces incluso, después de haber dormido un número de horas suficientes despertarnos con la sensación de que estamos enormente cansados/as, debido a mantener los músculos tensos durante mucho tiempo.

Hormigueo en brazos y piernas

Este síntoma suele ser común aunque más desconocido y causa sensación de extrañeza en quienes aparece, no asociándolo normalmente a la ansiedad. Sin embargo, el hormigueo aparece cuando tenemos ansiedad porque al activarse la zona de alarma, el cuerpo dispone de mayor cantidad de sangre en los lugares donde puede ser más necesaria, dejando el resto del cuerpo con un riego menor, al tratarse de un mecanismo de supervivencia; de este modo, si fueses herido serías menos propenso a desangrarte.

Síntomas relacionados con la hiperventilación

La hiperventilación antes mencionada, o los efectos de respirar demasiado rápido, lo que hace que exista más oxígeno en la sangre, porque tomamos más oxígeno del que gastamos, puede provocar sensaciones internas muy desagradables como puede ser visión borrosa, sensación de irrealidad, sensación de atragantamiento, etc. y contribuir al origen y mantenimiento de los síntomas anteriormente mencionados.
Aunque las sensaciones en nuestro cuerpo al hiperventilar son muy angustiosas para quienes la padecen, es una reacción normal de nuestro organismo cuando se activa la zona de alarma y que algunas personas pueden sentir cuando hacen ejercicio físico.
Si el peligro fuese real y tuviésemos que salir corriendo, el exceso de oxígeno lo gastaríamos y no tendríamos las sensaciones de la hiperventilación, pero como se trata de una activación ante una situación no real, nuestro cuerpo tiene un exceso de oxígeno innecesario, pero hay que tener en cuenta, que la hiperventilación no supone ningún peligro, y es fácilmente controlable si aprendemos a controlar nuestra respiración. Aspecto al que dedicamos un artículo dentro del apartado de técnicas para controlar la ansiedad mediante la respiración diafragmática.

Otros síntomas de ansiedad físicos

Otras señales físicas relacionadas con la ansiedad que pueden aparecer como consecuencia de la activación de la zona de alarma, son la sensación de mareo e inestabilidad, el famoso “nudo” en el estómago, y los temblores de manos y pies. Si la ansiedad es muy alta pueden aparecer alteraciones en el sueño, alteraciones en la alimentación y la respuesta sexual.
Recordar que no todas las personas tienen los mismos sintomas de ansiedad, ni éstos la misma intensidad en todos los casos. Cada persona según su predisposición biológica y/o psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas.
Todos estos síntomas serían útiles si nos encontrásemos ante un peligro real, pues necesitaríamos activarnos, defendernos, huir, correr, etc. pero si hemos activado nuestra zona de alarma con nuestras preocupaciones, el cerebro no puede distinguir entre un peligro real o imaginario, e igualmente prepara al organismo. Si somos capaces de comprender este mecanismo, y no nos asustamos con los síntomas descritos, si no lo tomamos como algo “normal” ante las preocupaciones, estaremos dando el primer paso para superar la ansiedad. Ahora bien, si interpretamos estas sensaciones como peligrosas, se activará aún más la zona de alarma, y por tanto, los síntomas irán aumentando, el miedo también y cada vez tendremos más ansiedad.
Terminamos con un video que resume graficamente todo lo expuesto en este artículo de los sintomas de ansiedad relacionados con nuestro cuerpo.
No te asustes de la ansiedad, compréndela, manéjala y poco a poco desaparecerá !!

Síntomas psicológicos de la ansiedad

Los síntomas psicológicos de la ansiedad generan un gran desconcierto en la persona que la padece no encontrando explicación a porque puede sentirse. Incluso la persona se plantea ¿Me estaré volviendo loco/a? La respuesta es un rotundo NO. Nadie enloquece de ansiedad, solo basta comprenderla y empezar a manejarla para que sus síntomas comiencen, al menos, a disminuir.

Angustia intensa

Normalmente te sientes más preocupado/a por todo de lo habitual, aspectos que con anterioridad no te angustiaban ahora comienzan a hacerlo. ¿Por qué ocurre esto? Siempre explico que al tener activada la zona de alarma es más fácil sentirse angustiado/a por la mayor parte de las cosas que ocurren a nuestro alrededor.
Para que podáis entenderlo, es como si tuviéramos conectada una alarma para protegernos de los robos, la alarma se avería y comienza a sonar cada vez que pasa un vecino. Cuando estamos ansiosos ocurre igual, al tener encendida la zona de alarma, nos preocupamos por aspectos sin importancia, por el simple hecho de que tenemos activada innecesariamente una zona de nuestro cerebro.

Agobio e inquietud

Nos agobia e inquieta sentir lo que está experimentando nuestro organismo y lo que pensamos sobre nuestra capacidad de enfrentarnos a dicha situación. Nos agobiamos y aparecen pensamientos del tipo “estoy harto/a”, “no aguanto más”, “no soy capaz”, “siempre igual”, etc. Agobiarse por padecer estos síntomas es totalmente normal, pero solo aumentará la sintomatología.
Suele ser frecuente que llevemos mucho tiempo padeciendo ansiedad tirando la toalla al respecto y pensando que la ansiedad forma parte de mi vida. En este artículo sobre como controlar la ansiedad podéis leer una serie de recomendaciones que os pueden ayudar a combatirla.
Ni el agobio, ni rendirse a la ansiedad nos va a ayudar a sentirnos mejor. Plantéate cambiar los pensamientos de agobio, cambia “estoy harto/a” por “no puedo rendirme”, quizás no puedo cambiar como me siento pero siempre puedo hacer algo para sentirme mejor. La técnica de las autoinstrucciones positivas y autoafirmaciones puede resultar eficaz para cambiar nuestro diálogo interno negativo y dejar de sentirnos tan agobiados/as para poder comenzar a disminuir la sintomatología.

Inseguridad


La ansiedad reduce la confianza en sí mismo/a al sentir cosas que en otros momentos posiblemente no has sentido. Al sentirse ansioso piensas que no puedes realizar las actividades que antes hacías con normalidad, poco a poco, puedes ir dejando de realizar actividades gratificantes, o a no intentar hacer aquellas cosas que pueden resultarte difíciles.
Saber que uno es capaz de llevar una vida normal pese a la ansiedad, resulta vital, la ansiedad te incomoda, te hace sentir muy mal, pero no te incapacita, solo tienes que pensar en la cantidad de cosas que eres capaz de hacer a pesar de sufrir este trastorno.
Para volver a sentir seguridad en uno/a mismo/a es recomendable poco a poco, retomar actividades, proponernos metas, no evitar situaciones, etc. La seguridad se recupera sintiendo que eres capaz de realizar aquello que te propongas, siempre comenzando por objetivos pequeños hasta alcanzar metas mayores.

Bloqueos mentales

La persona percibe como olvida las cosas con facilidad, o no recuerda aspectos sencillos de su vida cotidiana. Este es uno de los síntomas psicológicos de la ansiedad que, aunque común, suele causar mucha angustia en quienes aparece, confundiéndoles con la posibilidad de estar padeciendo una demencia o algún otro tipo de trastorno psicológico.
Sin embargo, cuando nuestra memoria está ocupada en preocupaciones y rumiaciones constantes, es lógico, que no tenga un hueco para las cosas básicas del día a día.
Utilizamos la capacidad de recordar a diario casi sin darnos cuenta y apenas cuidarnos ese aspecto, aunque no seamos conscientes de ello, la memoria necesita sentirse relajada y concentrada para funcionar correctamente, en el momento que aparece la angustia, la memoria se enlentece y comienza a fallar.
De ahí la importancia de la técnica de los pensamientos positivos donde un cambio de actitud puede ser crucial para disminuir los síntomas de ansiedad.

Miedo a volverse loco

Debes tener en cuenta que las personas que padecen trastornos mentales graves, no experimentan temor a volverse loco/a ya que han perdido la capacidad de darse cuenta de que no están bien y consideran que se hallan en un estado completamente normal.
El simple hecho de que la persona se plantee ¿Me estoy volviendo loco/a? es un síntoma de que la persona no padece ningún trastorno mental grave, porque de ser así no te darías cuenta.
Es imposible que te conviertas en un demente como consecuencia de la ansiedad, se sufre mucho pero no puede provocar una enfermedad mental.

Parecido al temor a volverse loco/a, está la sensación de ir a perder el control de uno/a mismo/a, creer que vas a gritar o realizar algún tipo de comportamiento inadecuado.
El propio estado de falta de seguridad que aparece tras la ansiedad, lleva a una especie de inseguridad con respecto a uno/a mismo, es como si no nos fiáramos de nosotros/as mismos/as. Resultando común pero muy angustioso para quienes lo experimentan, que aparezca el pensamiento de poder “hacer daño a alguien” normalmente pensamos en los seres queridos y cercanos.
La persona se siente tan mal sin encontrar a veces explicaciones a lo que le ocurre con una gran inseguridad que les hace sentir y pensar este tipo de situaciones. Tranquilizarse y sentir este tipo de pensamientos como propios de la ansiedad resulta vital para quienes lo experimentan, saber que no ocurrirá nada, dejar pasar estos pensamientos y concentrarse en disminuir la ansiedad resultará primordial en estas situaciones.

Miedo y ganas de huir

Buscar la forma de ponerse “a salvo” de lo que piensas que puede ocurrir, no ir a determinados lugares, frecuentar urgencias para que evalúen los síntomas por temor a que pueda ser una señal de una enfermedad grave, tomar más medicación ansiolítica, intentar no realizar ninguna actividad física por temor a sentirte más activado/a incluso temer tomar cafeína o chocolate, al ser sustancias estimulantes.
Gran parte de los síntomas psíquicos de ansiedad tienen su origen en la dificultad para pensar de la forma habitual, es la forma en que funciona nuestra mente cuando afrontamos una situación de peligro real. Resultando útil cuando existe la necesidad de huir o atacar pero totalmente desbordante cuando no existe ningún peligro real.

Otros síntomas de ansiedad psíquicos a tener en cuenta

  • Pensamientos automáticos negativos de manera persistente: Los pensamientos se repiten, te dicen que las cosas no van bien, que puedes pensar que está enfermo/a, llegando incluso a tener miedo a morir.
  • Sensación constante de que puede ocurrir algo malo, sensación de vacío, de extrañeza o despersonalización sintiéndose como si estuviera fuera de la situación.
  • Dificultad para tomar decisiones ya que las capacidades mentales se resienten, apareciendo con frecuencia dificultades para mantener la atención y concentración lo que favorece la distraibilidad y los problemas de memoria.
Estos síntomas son los descritos con más frecuencia por las personas que padecen ansiedad aunque pueden aparecer otros.
La clave está en no asustarse y en la puesta en marcha de todas las estrategias que mejoren mi ansiedad


 Tomado del portal "Vivir sin ansidad"

Sumisión, dependencia, agradar ¿Es posible cambiar?

La personalidad sumisa o dependiente: ¿Es posible cambiar?






Qué significa ser sumiso

La sumisión significa literalmente “someter la propia voluntad a la del otro, al que situamos en una escala superior a nosotros mismos”. Es un término que suele asociarse a subordinación y acatamiento [militares, policías, religiosos, empleados, hijos ante los padres]. Pese a ser un patrón que puede manifestarse en ambos sexos, históricamente se ha asociado con la mujer. La sociedad patriarcal y los modelos de relación imperantes, han favorecido las relaciones de subordinación de éstas, frente a sus parejas, mostrando la mujer, una mayor proporción a la tendencia sumisa.
Silenciar la propia voz y situarse a merced del otro, acarrea desgaste y sufrimiento, y está, muy vinculado, a formas de relación donde impera la dependencia emocional y las relaciones de tipo vejatorio.

Características de una persona sumisa

  • Las personas sumisas se caracterizan por su entrega y dedicación a los demás, a quienes consideran prioritarios en sus vidas. Son personas, entregadas y sufridoras que encuentran su sentido o valía, en ofrecer ayuda al otro. Su vida está basada en la entrega genuina, llegando a renunciar a sus propios sueños por dedicarse enteramente a los demás.
  • Muestran serias dificultades para establecer límites con respecto al otro, presentando problemas en hacer valer sus derechos, ya que consideran que sus necesidades, no cuentan como las de los demás.
  • Sienten la necesidad de ser aceptados y aprobados por todo el mundo, otorgando mucha importancia a la valoración externa, de ahí, que rara vez, expresen su malestar y se presenten al mundo como personas generosas, afables, éticas y honradas.
  • Su sentimiento de inferioridad con respeto a los demás, junto a su amplia tolerancia a la frustración, les lleva a soportar cosas que otro, por pura supervivencia no haría.
  • Suelen atribuirse la culpa de todo cuanto acontece, resultándoles difícil defenderse ya que ante la amenaza se vuelven vulnerables.
  • Evitan tomar el control de su propia vida puesto que “no se creen capaces”.
  • Su incapacidad para expresar enfado o cualquier emoción negativa, les lleva a reprimir emociones que con el tiempo les hace “explotar” y buscar vías de escape como la somatización.Huir constantemente.
  • No se respetan a sí mismas y presentan serias dificultades en su autoestima, siendo ésta, prácticamente inexistente. Baja autoestima. Poco egoismo.
  • Su tono de voz suele ser bajo y muestran serias dificultades para mantener el contacto ocular.
  • Establecen relación de pareja con personalidades explotadoras como podría ser el sujeto narcisista o antisocial, que carecen de escrúpulos y empatía, haciendo un uso y abuso de la persona con la que establecen “vinculación”. Es habitual que estas personalidades se vean expuestas a relaciones vejatorias y de maltrato.

Efectos de comportarse de forma sumisa en nuestra vida

Las personalidades sumisas sufren, aguantan el dolor y reprimen la emoción, esto, mantenido en el tiempo, les puede llevar al agotamiento físico y mental. La persona se queda literalmente “sin fuerzas” para continuar.
Son frecuentes las sensaciones de desesperanza, la sensación de no valía, inutilidad o incapacidad, los estados depresivos y la apatía.  En los  casos más graves, aparecen ideaciones autolíticas e incluso la ejecución de la misma.  También manifiestan trastornos de ansiedad e hipervigilancia, así como, frecuentes somatizaciones debido al mantenimiento de las emociones negativas que se manifiestan en  trastornos gastrointestinales, úlceras, reacciones cutáneas y distintas vías de manifestación corporal. Recibir la ayuda adecuada es muy importante.

Cómo superar la sumisión

Es importante saber que estas personas necesitan ayuda terapéutica por parte de un profesional cualificado que les brinde el apoyo que merecen. La persona debe saber que se trata de un tratamiento lento pero totalmente necesario. Algunas de los puntos a tener presente para superar las actitudes de sumisión son:
  1. Que la persona aprenda a situarse como primera opción en su vida, aprendiendo a ser más egoístas y centrándose en su recuperación.
  2. Trabajo a nivel de autoestima, como aprender a amarse, a conocerse, a aceptarse y a quererse serán aspectos vitales para avanzar en el tratamiento.
  3. Trabajo en asertividad, como aprender a poner límites, a decir que no, a conocer los propios derechos y a manifestarlos.[Hay que aprende a decir NO. A discutir. Por lo general la mujer rehueye el debate]
  4. Trabajo a nivel cognitivo, donde básicamente se trabajan los  esquemas de funcionamiento, sobretodo, los que hacen referencia a la vinculación con los demás. Aprender que amor no es igual a sufrimiento. [A veces si te despeiden de un trabajo, te hacen un favor]
  5. Trabajo a nivel de pensamientos automáticos: qué cosas me digo y qué hago con ello. Aprender a derrotar un pensamiento tóxico y substituirlo por otros más funcionales. [Uno de de decir que nada es terrible. Ser opotimista es cuetión de proponerselo]
  6. Recuperar un círculo social, que hagan alguna actividad, que se relacionen socialmente. [Son muy buenos los grupos poéticos, artísticos, festividades, misas, comunidad...]
  7. Recuperar la sensación de autovalia: buscar una motivación que les haga sentir productivos y centrarse en ello. [Yú vales y te lo ha de ceer, algo tendrás sobresaliente]
  8. Darse refuerzo positivo. Premiarse por los logros y ser muy conscientes de ello. [Vanagloriarse, ser orgulloso no es pecado, es necesario para la autoestima]
Debes saber que requiere de un compromiso contigo mismo y que con la motivación necesaria se puede superar.
[El comportamiento de cura, es la exposición, no rehuir, aguantar lo rezonable]

¿Quienes son las más bebedores de vino, mundiales?

Te sorprenderás con los consumos de vinos por país

Te sorprenderás con los consumos de vinos por país Con las navidades ya pasadas y con bastantes concesiones hechas llega el momento de plantearse cuál es el siguiente paso en nuestras vidas. Para muchos empieza por bajar los kilos que se han cogido durante las fiestas por el hecho los excesos se han prolongado durante bastantes semanas.
Uno de los aspectos que tenemos que tener en cuenta para perder kilos es que de nada sirve ir al gimnasio si luego en las comidas ganas lo que pierdes. Desde un punto de visto nutricional la dieta lo es todo para adelgazar, y esto es algo difícil de asumir, pues hay alimentos que se convierten en básicos en nuestro día a día y que no nos favorecen para nada.
Siempre está el típico amigo o amiga que comenta que no puede vivir sin tomarse una onza (o eso dicen) de chocolate puro, y esto no es malo pues el chocolate estimula el metabolismo además de ser afrodisíaco. Pero cuando el chocolate puro se convierte en chocolate con leche, con lacasitos o cualquier cosa que no sea cacao de una pureza de más de un 75%, ganamos todo lo perdido.
Lo mismo pasa con el alcohol, un tema que para muchos es tabú en el sentido de que no van a dejar de tomarse una cerveza o una copa de vino a pesar de estar a dieta. El alcohol es una de las sustancias enemigas de la dieta por ser kilocalorías vacías, es decir, que no nos aportan nada al organismo más que una pequeña intoxicación que nos desinhibe.
El vino y la cerveza son alcoholes que si que nos aportan nutrientes, y en concreto el vino es un alcohol que en su justa medida es bueno para la salud por sus efectos antioxidantes. En el artículo de hoy vamos a hablar de vino, y en concreto de cuáles son los países que más vino consumen, así como de la posición de España en este sentido.
Y aquí hay que tener en cuenta que el sector vinícola es un sector muy importante en nuestro país que engolba a diferentes industrias que lo complementan. Es el caso del sector del vidrio, importante ya que para disfrutar de un buen vino se necesita una buena copa. En opinión de muchos expertos unas copas de calidad para disfrutar del vino son las que fabrica Export Cave

España no es el país que más vino consume, pero estamos ahí

Sorprendente la mitad de la producción mundial de vino del mundo está dividida en cuatro países, mientras que cinco países se beben la mayor parte. Los países que más vino produce son Italia, Francia, España y Estados Unidos, que en 2017 lideraron la producción mundial de este caldo divino.
Si nos ponemos a mirar las estadística de cuáles son los países que más vino producen encontramos a El Vaticano con una nada despreciable cantidad de cincuenta y cuatro litros de vino por persona al año. Pero no nos tenemos que ir muy lejos para ver a otros consumidores principales como Italia, Francia y Estados Unidos, destacando la aparición de Alemania y China.
España no queda mal parado, ya que somos el séptimo país que más vinos consumen. Lo cierto es que España es un país que lidera la exportación, ya que en 2017 se vendieron 22,8 millones de hectolitros según el Observatorio Español de los Mercados del Vino. Y aquí hay que tener en cuenta que en 2017 se produjeron 850 millones de hectolítros de vino, alrededor de un 8,4% menos que el año anterior. La OIV atribuye la cifra a las condiciones meteorológicas desfavorables que afectaron a la producción especialmente en Europa. Italia se coloca como el principal productor de vino del mundo. Proporcionalmente, el mayor descenso entre los principales productores se dio en España (un 19,8% menos) y el mayor aumento, en Argentina (25,5% más).
Pero si en lugar del volumen se mide el importe de esas exportaciones, Francia e Italia ganan en ingresos. Porque el vino español se vende mucho, pero muy barato: España vende a 1,25 euros el litro; los franceses, a unos seis euros de media; los italianos, a 2,78 euros. Alemania, Reino Unido y Estados Unidos son los principales importadores en volumen de vino y gasto.
Si en lugar del volumen total de vino consumido se tiene en cuenta el tamaño del país, Estados Unidos no es tan aficionado a los caldos como parece. Ahí hay un claro vencedor en ingesta por habitante, Portugal ocupa el primer puesto mundial. Los portugueses, con sus más de 51 litros por persona y año doblan a los españoles, con 25.