Kefir: Estreñimiento. 13 alimentos contra la acidez

 

Kéfir: Remedio ideal para el estreñoimiento

¿Qué es el Kéfir?

El kéfir es una bebida consumida principalmente en la zona del Cáucaso que se obtiene tras la fermentación de un hongo, de apariencia similar a la de la coliflor, con leche, agua o té.

El kéfir de leche es el más conocido y el que más se consume. En este producto, el hongo del kéfir se nutre de la leche fresca (puede ser procedente de la cabra o de la vaca) provocando su fermentación. En este proceso se produce una reacción lactoalcohólica: la lactosa se transforma en ácido láctico y produce anhídrido carbónico y alcohol.

El producto que se genera tiene apariencia similar a la del yogurt batido. Sin embargo, el kéfir es más líquido y suele utilizarse como equivalente a la leche.

El kéfir contiene una mezcla de bacterias y de levaduras responsables de propiedades protectoras y reguladoras del sistema digestivo.

Beneficios del kéfir

El kéfir es un probiótico por lo que su consumo puede aportar beneficios al organismo. Los más conocidos que se le atribuyen son:

- Regenera parcialmente la flora intestinal por lo que facilita la digestión y elimina los problemas de estreñimiento.

- Potencia la regeneración de la mucosa del estómago. Puede contribuir al tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal.

Reduce los síntomas de los eccemas.

- Tiene propiedades antifúngicas y antibióticas.

- Sistema inmunológico. Ejerce como protector ante la entrada de microorganismos patógenos en el organismo.

- Descompone mejor la lactosa reduciendo la aparición de intolerancias alimentarias y trastornos intestinales.

- Refuerza el sistema inmune ante posibles infecciones.

- Ayuda en el tratamiento de la anemia leve.

- Parece colaborar en la reducción del colesterol y en la regulación de la presión arterial.

- Reducción de la actividad enzimática fecal en el intestino.

- Si el kéfir es suave puede actuar como laxante.

- Vinculado a la mejora de la atención y la concentración.

- Propiedades antioxidantes.

Precauciones

El consumo de kéfir debe hacerse con moderación ya que la ingesta excesiva puede provocar que se desarrollen problemas gastrointestinales como diarrea, hinchazón abdominal o vómitos.

Además, no es recomendable consumirlo si se observan cambios de olor, sabor o textura.

Desarrollo y conservación

La leche o el agua de kéfir suele ser de producción propia por lo que los granos deben conservarse en lugares adecuados antes de comenzar la fermentación. Los lugares más adecuados para conservarlos son:

- Deshidratados: Esta opción para conservar los granos es útil cuando tenemos gran cantidad de hongos. Para deshidratarlo hay que colocarlo sobre un plato en un lugar aireado y cubrirlo con una servilleta de papel. Hasta que los granos se han secado (están cristalizados y no son pegajosos) hay que moverlos cada día para que no se adhieran al plato con cuidado para no romperlos. En este estado pueden conservarse entre dos y tres meses.

En el caso del kéfir de agua puede volver a hidratarse metiendo los gránulos en agua hasta que vuelven a presentar un estado gelatinoso, mientras que en el kéfir de leche hay que introducir los gránulos en leche fresca durante dos semanas y renovar la leche cada dos días.

- En el frigorífico: En el caso de querer consumir el kéfir en poco tiempo se pueden guardar en la nevera. En este lugar se puede conservar en agua no clorada y con azúcar entre 7 y diez días. Antes de meterlos en el agua hay que aclarar los gránulos. Sin embargo, los gránulos se conservan mejor en leche fresca manteniéndolos a una temperatura de 4ºC. De esta forma pueden mantenerse en buen estado hasta 14 días. Una vez transcurrido ese tiempo deben reactivarse, por este motivo conviene dejarlos en leche fresca alrededor de dos o tres días.

- En el congelador: Se limpian bien los gránulos y se congelan en una bolsa de plástico en una tartera. No es aconsejable utilizar agua del grifo para limpiarlo puesto que el cloro puede matar los microorganismos.

 

Kéfir de agua

La principal diferencia con el kéfir de leche es que la fermentación se produce en el agua. Aunque las propiedades son similares al kéfir de leche, muchos autores sostienen que son mayores en el agua.

Este tipo de kéfir, de apariencia similar al del agua carbonatada, está recomendado para las personas que son intolerantes a la lactosa y los vegetarianos que no incluyen los lácteos en su dieta.

 

Alicante. 29-02-2024

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13 alimentos contra la acidez

Lo acaban de certificar científicamente: la Dieta Mediterránea es tan eficaz como los fármacos para evitar la acidez. Te enseñamos los alimentos que mejor van y que no pueden faltar en tu cesta de la compra. Y te descubrimos otros de otras culturas que también son de gran ayuda

Marta Fernández

Periodista

1 / 13 Manzanas a cualquier hora

Su riqueza en pectinas ayuda a neutralizar el efecto dañino de la acidez de los jugos gástricos.

2 / 13 Calabaza o calabacín

Las cremas de calabaza o calabacín son ricas en mucílagos que suavizan y protegen la mucosa del tubo digestivo. Y los betacarotenos ayudan a mantenerla sana (o a regenerarla).

3 / 13 Zanahoria, ingrediente estrella

Mejor en crema o asada, su fibra soluble calma la mucosa digestiva. Su betacaroteno (provitamina A) contribuye a regenerarla.

4 / 13 Avena contra las molestias

Es rica en mucílagos, por lo que ayuda a contrarrestar el efecto de los jugos gástricos. Tomala en muesli, ensaladas, sopas o cremas.

5 / 13 Patatas hervidas o al horno

Por sus propiedades emolientes, neutraliza el efectos de los jugos gástricos. Cocínala hervida, al vapor o asada al horno (no la frías).

6 / 13 Rábano que estimula los jugos digestivos

Es uno de los alimentos más indicados para estimular los jugos digestivos (su déficit provoca acidez). También mantiene a raya las bacterias "malas" de los intestinos.

 

7 / 13 Almendras que calman tu estómago

Algunas personas sienten un alivio inmediato de la acidez si se comen unas cuantas almendras. La razón podría estar en sus aceites, que podrían calmar las paredes del estómago erosionadas por los ácidos.

8 / 13 Cúrcuma antiinflamatoria

Distintas investigaciones han comprobado su poder antiinflamatorio y su contribución a mejorar el bienestar digestivo. Un estudio publicado en Gastroenterology demostró que podía ayudar a los pacientes a reducir la medicación para combatir el reflujo.

 

9 / 13 El poder del jengibre

Es un auténtico vaciador estomacal. Tómalo en infusión hirviendo 2 rodajas con una ramita de canela. También puedes añadir la raíz fresca a tus platos
acabados de cocinar para que resulten más digestivos.

10 / 13 Fermentados, los mejores probióticos

El kéfir, el chucrut (col fermentada) o el té kombucha aportan bacterias buenas que ayudan al tracto digestivo.

11 / 13 Nueces para tu microbiota

La Universidad de Illinois (EE. UU.) ha comprobado que aumentan los microbios que producen butirato, una sustancia beneficiosa para la salud digestiva.

12 / 13 Umeboshi, la ciruela japonesa

Es una ciruela fermentada en agua y sal.

Además de salada, sabe ácida porque contiene ácido cítrico, que estimula la saliva. Calma la mucosa inflamada y enriquece la microbiota intestinal. También "acalla"  la bacteria Helicobacter pylori, asociada a úlcera estomacal.

 

13 / 13 Plátano, alivio para la mucosa gástrica

Por su composición y textura, parece ser una de las frutas que más ayuda (si está maduro) a calmar la mucosa gástrica. Algunos estudios han comprobado que rebaja, incluso, el reflujo.

 

MENOS FÁRMACOS

Acidez, dolor de garganta, ardor... Un estudio publicado en JAMA Otolaryngology Head and Neck Surgery sugiere que estos síntomas, que aparecen cuando el contenido del estómago sube hacia la laringe o la garganta, se reducen siguiendo una dieta de estilo mediterráneo.

Y lo más importante: ¡esta medida es tan eficaz como los fármacos que se usan contra la acidez!

Alimentos que calman la acidez o reflujo

El "secreto" de la Dieta Mediterránea es que está compuesta principalmente por alimentos como verduras y frutas frescas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, pero aporta cantidades muy reducidas de carnes y lácteos.

  • Un balance ideal. Al seguir ese estilo de comer te aseguras una buena cantidad de fibra (como, por ejemplo, los mucílagos y las pectinas), que mantiene sana la mucosa digestiva.
  • Sé cauto, eso sí, con ciertos alimentos saludables pero que pueden empeorar el reflujo, como ocurre con el chocolate, los cítricos, el café, la menta...

El "reloj" importa

Así alejas la acidez:

  • Cena temprano, como mínimo 3 horas antes de acostarte.
  • Es mejor que hagas 5 comidas moderadas al día que 3 copiosas.
  • Come de forma relajada y mastica muy bien.

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