Una sonrisa es un acto de caridad y aceptación.

Se han hecho muestras y experimientos sobre la sonrisa dirigida a las demás personas incluso hasta los animales comprendes que una sonrisa es una bandera blanca, un acto de misericordia y caridad. Es una mano abierta, un saludo sin tocarse (sin dar la mano o los besos). No cuesta nada sonreir y es sumamente gratificante. Solo los gorilas no ríen.
Una relaciones públicas, una azafata, una bailarina un vendedor que no sonríe es una fracaso andante. La sonrisa demuestra buen humor y salud, rebosas de salud y energía cuando sonríes, cuando muestras tu lado más amable. Debe ser una sonrisa no forzada, sincera porque es reflejo de nuestra alma.
En esta situación están enviando a tu cuerpo señales de felicidad y reforzamiento de las defensas y refurzo estado inmunológico, porque el humor, reír es sano. Las personas que no ríen no tiene humor, y no tienen felicidad están tristes y depres. Son contagiosas como el lloro y el lamento.
Cuando vas a una reunón, cuando vas por la calle, cuando te encuentras con alguien desconocido o con un amigo y el sonríes te estás abriendo, y estás demostrando tu lado infantil -por eso los bebés y los nisños ríen tanto-, tu lado inofensivo y agradable.
Cuando vas a visitar a un enfermo y le sonríes le estás enviando energía saludable. Le estás sanando.
Y es que, encima que la sonrisa es beneficiosa, es rehabilitadora,  sanadora, que cura, y es gratis.
Un rostro  sonriente es amable, es siempre reconciliador, cercano, juvenil, abierto y sobre todo amigable.
Podía ser un regalo, casi como un ramo de flores, podría ser un acto de caridad, una limosna a estos mendigos de la via que vamos llenos de estres y obligaciones.

Ramón Palmeral