«Los intestinos influyen en la manera de pensar»

Ryk Vermuyten. Consultor internacional de macrobiótica

20.08.2013 | 05:15

«Los intestinos influyen en la manera de pensar»
Sabe cuáles son los alimentos que contribuyen a la felicidad y los que no ayudan a levantar el ánimo. El secreto, refiere, está en el equilibrio de la sangre. Si es muy ácida, la presión baja y la tristeza y el abatimiento gobiernan todo el organismo.

Usted habla de alimentos que producen felicidad y de otros que provocan depresión, ¿cómo es eso?
La palabra depresión ya lo dice. ¿Qué es la depresión en la meteorología? Que la presión del aire está demasiado baja. Después de nacer, ¿cuál es el alimento más importante? El aire. Lo que han encontrado en las investigaciones es que las personas con depresión tienen la presión del oxígeno demasiado baja y la del dióxido de carbono (CO2) demasiado alta. Por eso, lo primero que hay que cambiar es el aire en la sangre, por eso son muy importantes los ejercicios de respiración y por eso cuando la gente hace una actividad física al aire libre, automáticamente toma más oxígeno en el cuerpo y en la sangre, porque cuando no hay suficiente oxígeno es muy difícil para la cabeza pensar de una manera clara y activa y al igual que la presión baja, lo hace también la actividad mental.

¿La mente se intoxica?
Es como en el mundo cuando el oxígeno baja y la polución, que es el aire grave, sube. Los pensamientos necesitan sangre activa, si no también son demasiado graves y es como tener polución en la cabeza.
Volvamos a los alimentos.
Tras el aire, el segundo elemento más importante son los líquidos. En el cuerpo hay relaciones entre órganos antagonistas y complementarios como el hígado y la vesícula biliar. En la medicina oriental los pulmones son el órgano complementario del intestino grueso, que es el primer órgano que coge líquidos del cuerpo, pero cuando hay demasiado líquido en el intestino grueso, también hay demasiado líquido en la sangre y entonces es más díficil coger oxígeno y descargar el CO2 de los pulmones.

¿Por qué?
Porque hay demasiada acidez en el cuerpo y la sangre tiene que estar en una condición alcalina para atraer oxígeno. Por eso hay que tomar líquidos que la equilibren, pero no demasiados.

¿Qué bebidas son beneficiosas para la sangre?
Café de cereales, achicoria, el té kukitcha que toman los japoneses, las infusiones de diente de león, ortiga... Todo esto da una sangre más alcalina y permite atraer oxígeno. Hay alimentos muy buenos para los intestinos y pulmones, como el arroz, la sopa de legumbres, verduras o cereales.

¿Por qué hay que cuidar el intestino?
Porque, según la medicina oriental, hay una relación complementaria y antagonista entre los intestinos y el cerebro, que hemos olvidado al creer que solo se piensa con la cabeza. Solo hay que analiza la palabra: in–testa... en el cerebro, en la cabeza, por eso la condición de los intestinos influye mucho en la manera de pensar del cerebro. Son cosas que en Occidente hemos olvidado.

¿Cómo justifica la depresión desde su conocimiento de la medicina oriental?
Las personas con depresión tienen demasiados pensamientos graves sobre la vida, sobre cómo sobrevivir a las dificultades de la vida moderna, sobre sí mismos, del tipo: «No puedo, no voy a poder». Son pensamientos demasiado graves y también hay una falta de confianza que se observa en la postura. Una persona con la cabeza agachada piensa más en las experiencias negativas del pasado. Las personas optimistas siempre van con la frente hacia arriba, por eso es importante hacer ejercicio para cambiar esa postura que da pensamientos negativos.

¿La actividad física ayuda al intestino?
Si, porque mover las piernas ayuda a eliminar las cosas negativas del intestino para que tenga más equilibrio.

¿Cómo se eliminan los pensamientos graves?
Tomando aire fresco, por eso es mejor dar un paseo fuera de la ciudad, en la naturaleza, con hojas verdes que te dan más oxígeno, por eso en el campo hay menos gente con depresión. En Occidente las personas tienen 80.000 pensamiento diarios, en Oriente, 50.000 y eso permite que haya más tiempo y más espacio entre dos pensamientos. Dar un paseo y estar en silencio, también ayuda.

No hay comentarios: