Dieta crudívora

La filosofía del crudivorismo se basa en consumir los alimentos en el estado en el que los entrega la madre tierra sin someterlos a ningún tipo de cocción. ¿Cómo seguirla sin riesgos para la salud?

Autor: María Ester Di Marcchio

Según la nutricionista española Mireia Arnaut Soldevilla, “todos los extremos son perjudiciales. Hay términos medios que se pueden poner en práctica sin necesidad de que la salud corra riesgo. La alternativa más indicada es la de consumir dos raciones diarias de frutas y hortalizas, pero el resto de los alimentos es importante cocinarlos adecuadamente ya que son muchos los peligros que se pueden experimentar como las intoxicaciones a base de la ingesta de pescado crudo, carne cruda o huevos”. Son varios los alimentos que se comen crudos y por tal motivo, “no existe necesidad de innovar y crear una conducta alimenticia que puede ser totalmente contraproducente. Si lo pensamos, las frutas, las hortalizas que incluimos en las ensaladas o el aceite de oliva son productos que no se someten a procesos de cocción y que aunque requieren de una correcta higiene antes de consumirse, son más seguros de ingerir que otros alimentos de mayor complejidad”, destaca la especialista. En la práctica: 1.- Consumir frutas y verduras crudas muy bien lavadas, también semillas y frutos secos. 2.- Los mejores métodos de cocción son al vapor, hervido o a presión. La deshidratación, la maceración o la fermentación son otros métodos sin calor que una vez cada tanto se pueden considerar.

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