Francisco de Orellana (Trujillo, España, 1511 – 1546), fue un explorador, conquistador y adelantado español en la época de la colonización española de América. Participó en la conquista del Imperio Inca y, en lo posterior, fue nombrado gobernador en diversas poblaciones. Tras la cantidad de saqueos que dirigió sobre poblaciones nativas, se le consideró como uno de los conquistadores más ricos de la época.
La conquista de un continente desconocido, obligaba a cambiar las costumbres cotidianas, a todos aquellos hombres que se lanzan a la aventura.
En el siglo XVI, los expedicionarios llevaban provisiones para el viaje que resistieran al tiempo, como harina y vino. Pero solían ser insuficientes por los naufragios o porque la travesía duraba mucho más de lo previsto. En las travesías del Pacífico llevaban tottugas vivas que le cortaban trozos para comer carne fresca.
Solían alimentarse con productos que encontraban a su paso, como la yuca brava que al tostarla produce harina con la que hacían pan, o yuca dulce, como la patata. Otros alimentos eran los cocos llenos de almendras, pipas de miel silvestre que encontraban en los troncos de los árboles, huevos y carne de tortuga, carne de caimán, peces variados, frutas de la selva en general poco nutritivas y otras locales como piñas y uvas blancas. El medio estaba lleno de ofertas alimenticias, pero el escaso conocimiento que tenían de los productos, les hacía desconfiar bastante sobre la conveniencia de consumirlos.
En las poblaciones de indios con los que mantenían una buena relación, podían obtener productos como pescado seco, maíz tostado o pasteles rellenos de carne de tortuga.
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1 comentario:
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