En
otra zona de esta página web existe una completa guía de evaluación de
la dermatitis atópica. En este documento se resumen los aspectos de
mayor interés para pacientes y familiares
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad de la piel
que se caracteriza por la sequedad, por la aparición de lesiones de
enrojecimiento e inflamación y de lesiones de descamación en placas, y
de intenso prurito o picor. Es la enfermedad crónica de la piel más
frecuente en niños.
La dermatitis atópica ha recibido muchos
nombres, como prúrigo de Besnier, eccema constitucional, neurodermatitis
diseminada, eccema infantil, eccema exudativo, o dermatitis flexural.
¿Es dermatitis o eccema?
La palabra eccema o eczema se reserva para la reacción más lenta, más
crónica y prolongada, que suele ser de sequedad y descamación. La
palabra dermatitis se reserva para la reacción más aguda, más rápida,
que suele ser de enrojecimiento e inflamación, o incluso aparición de
grietas y secreciones. Pero hay que recordar que el eccema y la
dermatitis son dos fases del mismo proceso.
¿Es contagiosa la dermatitis atópica?
No, no se contagia. La dermatitis no se transmite de unas personas a
otras aunque el contacto sea muy cercano y muy prolongado, ni por
contacto directo, ni por ropas o toallas, ni por agua. Algunas veces
puede aparecer una infección de piel sobre la dermatitis atópica; la
infección sí que puede ser contagiosa, del mismo modo que las
infecciones de piel de las personas que nunca han tenido dermatitis
atópica. Si se contagia una infección se usa el tratamiento
correspondiente y desaparece, pero en ningún caso se contagia la
dermatitis atópica en sí.
¿En quién aparece la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica puede aparecer en cualquier persona. Se llama
atópica porque aparece más fácilmente en personas atópicas, es decir,
personas con facilidad para desarrollar enfermedades alérgicas de
cualquier tipo, y en personas con familiares afectados de enfermedades
alérgicas. Pero no sólo aparece en estas personas; puede aparecer en
cualquier persona aunque ni ella ni nadie de su familia tengan ni
siquiera sospechas de alergia.
¿A qué edad aparece la dermatitis atópica?
Lo más frecuente es que aparezca en la época de lactante. La época
más típica es alrededor de los 4-6 meses de edad. Puede aparecer desde
el primer mes de vida, aunque en los primeros meses es difícil
distinguir si es una dermatitis atópica o seborreica, o una mezcla de
ambas.
Aunque la edad más frecuente son los primeros meses, puede
aparecer a cualquier otra edad, con los primeros síntomas en niños de
varios años de edad, e incluso en la edad adulta.
¿Qué síntomas provoca la dermatitis atópica?
El síntoma más característico es el prurito o picor. El picor suele
ser muy intenso, y llega a ser insoportable, alterando el sueño y el
carácter. En la piel aparecen lesiones principalmente de dos tipos. Unas
lesiones son de enrojecimiento de la piel, que puede llegar a causar
inflamación de la piel. Las otras lesiones son de descamación, en forma
de placas de 1-2 centímetros, con bordes en los que se desprenden
escamas de piel. Otras lesiones que pueden aparecer son vesículas o
pequeñas ampollas con líquido, costras, fisuras o grietas,
liquenificación o zonas rígidas y brillantes. Los diversos tipos de
lesiones pueden coincidir al mismo tiempo o ir alternándose por
periodos.
¿Esos síntomas son exclusivos de la dermatitis atópica?
No, no son exclusivos. El picor se da en muchas enfermedades de la
piel. Lo mismo ocurre con las lesiones de enrojecimiento, inflamación y
descamación, que aparecen en variadas enfermedades de la piel. La
dermatitis atópica se diagnostica descartando otras enfermedades y por
la coincidencia de síntomas típicos, y es muy importante valorar las
zonas donde aparece.
¿Dónde aparecen las lesiones de dermatitis atópica?
Aparecen en cualquier zona del cuerpo. En los niños más pequeños las
zonas más típicas son las mejillas, el cuello, la parte externa de los
brazos, las muñecas, el dorso de las manos, los muslos, los pies. Cuando
los niños se van haciendo más mayores y en los adultos los sitios más
típicos son las flexuras de codos y de rodillas, el cuello, los pies y
las manos. Estas zonas son las más frecuentes, pero puede aparecer en
cualquier zona del cuerpo.
¿Son graves los síntomas de la dermatitis atópica?
No son graves en el sentido de tener riesgo para la vida, pero son
extremadamente molestos y llegan a ser muy limitantes. El picor puede
ser continuo, con mala respuesta a los remedios para aliviarlo; produce
malestar, desazón, irritabilidad, alteraciones del sueño, cambios en el
carácter. Las lesiones pueden llegar a ser muy extensas, intensas y
profundas, incluso causar dolor, y pueden originar un aspecto físico que
cause mala impresión a otras personas, con lo cual puede llevar a
cierto aislamiento social, con poca autoestima.
Estas consecuencias
no solo desesperan al propio paciente, sino que también afectan a sus
familiares. Además hay que considerar el tiempo y el dinero que se
dedica a la enfermedad y al tratamiento.
Por todo ello la dermatitis atópica origina una muy pobre calidad de vida.
¿Cuándo aparecen los síntomas de la dermatitis atópica?
Existe una gran variedad. Hay personas que están habitualmente bien y
cada cierto tiempo presentan agudizaciones o brotes de dermatitis
atópica. Esos brotes pueden aparecer una vez al año, o una vez al mes o a
la semana. Algunas personas tienen síntomas que duran unos días, y
otras personas tienen síntomas durante varias semanas o meses. Hay
quienes tienen recuperación total entre un brote y otro, con
normalización total de la piel, pero otros tienen síntomas leves entre
brotes, y es frecuente quien tiene síntomas más intensos de manera
continua, todos los días del año.
¿Cuál es la peor época para la dermatitis atópica?
Hay esencialmente tres grupos de pacientes. El grupo más grande es el
de los niños que empeoran en los meses fríos, y que durante los meses
cálidos mejoran mucho o incluso su dermatitis desaparece por completo.
Un grupo más pequeño, al contrario, empeora en los meses cálidos, y la
mejoría se produce en los meses fríos. El tercer grupo es el de aquellos
que tienen los síntomas por igual todos los meses del año.
¿Cómo se produce la dermatitis atópica?
En la dermatitis atópica existe una mayor reactividad de la piel. Es
parecido a lo que ocurre en el asma, la rinitis o la conjuntivitis. En
estas enfermedades existe una inflamación de los bronquios, la nariz o
los ojos. Esa inflamación los hace más sensibles a muchos estímulos, esa
inflamación produce un estado de hiperreactividad. En la dermatitis
atópica existe un estado inflamatorio que causa una hiperreactividad de
la piel.
Esa reactividad de la piel hace que responda con la
aparición de lesiones y picor ante la presencia de estímulos variados:
frío, calor, cambios de temperatura, ropas, roce, jabones, infecciones,
ejercicio, nerviosismo, etc. Estos estímulos no causan la dermatitis
atópica, sino que actúan sobre una piel ya reactiva, son simples
desencadenantes.
¿Qué son los causantes y los desencadenantes de la dermatitis atópica?
Los causantes son los responsables del estado inflamatorio crónico de
la piel en las personas con dermatitis atópica. Son los que van
causando un daño crónico y mantenido de la piel, y hacen que esta se
vuelva muy reactiva a toda clase de estímulos.
Los desencadenantes
son los estímulos que actúan sobre la piel ya previamente dañada, y son
capaces de provocar un brote de dermatitis. Los desencadenantes no
causan el daño crónico, sino que se “aprovechan” del daño previo, pero
si actúan sobre una piel sana no provocan ningún síntoma.
El
causante más identificable de la dermatitis atópica es la alergia.
Además de causante, la alergia actúa muy a menudo como desencadenante.
¿La dermatitis atópica es de causa alérgica?
No siempre. La alergia es la causa identificable más frecuente, pero
aun más frecuente es que no se identifique ninguna causa, es decir, que
la dermatitis atópica más habitual es la dermatitis de causa
desconocida.
¿Qué relación tiene la alergia con la dermatitis atópica?
Podemos distinguir cuatro situaciones diferentes.
La primera es
cuando se identifica una alergia y esa alergia es la causa única de la
dermatitis. Si se evita esa causa la dermatitis mejora por completo.
La segunda es cuando se identifica una alergia, pero esa alergia no es
la causa única de la dermatitis. Si se evita esa causa la dermatitis
mejora parcialmente, pero no por completo.
La tercera es cuando se
identifica una alergia pero esa alergia no tiene relación con la
dermatitis, sino que son independientes. En vez de alergia es mejor
entonces hablar de sensibilización. Esa alergia/sensibilización puede
que cause otros síntomas, respiratorios o digestivos, pero no síntomas
de piel La dermatitis no se modifica aunque se evite esa
alergia/sensibilización.
La cuarta es cuando no se identifica
ninguna alergia. Habitualmente si no se identifica ninguna alergia, la
dermatitis se quedará como de causa desconocida.
¿A qué se debe la dermatitis atópica si no existe alergia?
No se sabe con certeza. Se discute sobre causas genéticas,
alteraciones en la inmunidad, problemas nutritivos o metabólicos, causas
infecciosas, causas neurovegetativas, alteraciones psicológicas o
emocionales, o a una combinación de varias de estas. Se trata de teorías
que están en discusión y que, en todo caso, podrían explicar algunos de
los casos, pero no todos, de dermatitis atópica.
¿Cuándo se sospecha la dermatitis atópica?
Se sospecha cuando aparecen lesiones de enrojecimiento, inflamación,
descamación, de manera crónica, mantenida, o con apariciones y
desapariciones. Especialmente importante es el picor. Como los bebés
pequeños no saben rascarse con las manos pueden estar muy inquietos,
llorones, irritables, o se puede ver como se frotan la cara contra las
sábanas.
Si las lesiones aparecen en los lugares típicos para la
edad, la sospecha está más que fundamentada. Como la dermatitis atópica
es tan frecuente, es la primera sospecha en las enfermedades crónicas de
la piel en los niños.
¿Cómo se diagnostica la dermatitis atópica?
No existen análisis ni pruebas que diagnostiquen la dermatitis
atópica. Se diagnostica por los síntomas típicos: lesiones, localización
y picor. Para hacer un diagnóstico riguroso se exigen una serie de
condiciones o criterios referentes a la duración, síntomas, antecedentes
personales o familiares, y hallazgos en la exploración del paciente.
Algunas personas tienen algunos de los criterios pero no todos los
exigidos para un diagnóstico riguroso. Por eso algunos médicos la
diagnostican a pesar de no cumplir todos los criterios. Puede hablarse
de formas incompletas de dermatitis atópicas; algunas veces se habla de
piel atópica por no usar el nombre de dermatitis atópica. Es muy
corriente, por ejemplo, que algunas personas tengan por brazos y muslos
la piel áspera, rugosa, con un punteado debido a que los poros se
obstruyen: esto es una característica de la dermatitis pero no es
suficiente para un diagnóstico riguroso si no aparecen otros datos.
Para el diagnóstico de dermatitis atópica se debe hacer un diagnóstico
diferencial, es decir, se deben descartar otras enfermedades de piel que
se pueden confundir con ella.
¿Qué enfermedades se pueden confundir con la dermatitis atópica?
Entre otras se mencionan la dermatitis de contacto, la sarna, la
histiocitosis X, la ictiosis, algunas inmunodeficiencias, la dermatitis
irritativa del pañal en lactantes, y algunas infecciones. Algunas de
estas enfermedades se descartan por el aspecto físico, otras se
diagnostican con diversos análisis o pruebas.
Por encima de las anteriores se debe comentar la dermatitis seborreica, que es la que plantea dudas más frecuentemente.
¿Cómo se diferencian la dermatitis atópica y la seborreica?
Esto puede ser muy difícil, sobre todo en lactantes menores de 5
meses, ya que pueden ser muy parecidas, y a veces una dermatitis
seborreica puede ser seguida por la atópica, o incluso coincidir en el
tiempo.
La dermatitis seborreica suele aparecer muy pronto, en el
primer mes de vida, suele tener más costras amarillentas, de aspecto
seborreico o graso, afectando a las cejas y al cuero cabelludo. En la
cabeza a veces puede formar una gruesa costra. La dermatitis seborreica
no produce el picor que produce la dermatitis atópica. La dermatitis
seborreica tiende a desaparecer espontáneamente a los 5-6 meses de edad
(aunque reaparece en la adolescencia). La diferenciación entre ambas
dermatitis puede ser tan difícil que a veces no hay más remedio que
esperar a que el bebé pase esa edad.
Si después de esa edad ha
desaparecido por completo nos inclinaremos a pensar que era seborreica;
si persiste, nos inclinaremos por la atópica.
¿Qué personas con dermatitis atópica deben estudiarse?
Las que padecen dermatitis atópica severa, por la extensión, la
duración, la intensidad de las lesiones, deben estudiarse para intentar
averiguar su causa. Cuanto más severa es una dermatitis, más frecuente
es que se trate de una persona alérgica.
Si la dermatitis no es tan
severa pero hay una sospecha concreta de alguna alergia también debe
estudiarse. Esto es especialmente importante en el caso de que la
sospecha sea sobre algún alimento importante como la leche o el huevo,
de los que no se puede prescindir fácilmente. En el caso de otros
alergenos, como ácaros, si se identifican, su supresión o disminución
puede ocasionar una gran mejoría de la dermatitis.
Si la dermatitis
es leve, intermitente, responde bien al tratamiento y muestra una
evolución favorable en el tiempo, puede retrasarse el estudio, siempre
que esa evolución se confirme. Si no se confirma, porque empieza a
prolongarse o los síntomas se hacen más severos, es importante hacer un
estudio.
¿Cómo se estudia la dermatitis atópica?
En la consulta de alergia para estudiar la dermatitis atópica se valoran tres aspectos: el qué, el cómo y el por qué.
El qué se refiere a si en efecto es una dermatitis atópica, o si se
trata de otra enfermedad. En cada paciente, de manera individual, se
realiza el llamado diagnóstico diferencial, que consiste en descartar
otras enfermedades que pudieran llevar a confusión. Según lo claros y
típicos que sean los síntomas puede necesitarse algún análisis o prueba
adicional o no necesitarse ninguno.
El cómo se refiere a la
gravedad de los síntomas: se valoran muchos aspectos, como frecuencia de
los síntomas, su duración, su intensidad, la respuesta a los
tratamientos, limitaciones en la vida diaria, aparición de
complicaciones, efectos secundarios del tratamiento, evolución a lo
largo del tiempo, etc.
El porqué se refiere a identificar a los
causantes y los desencadenantes de la dermatitis atópica. El estudio de
los causantes se dirige a tratar de identificar si hay alguna alergia
implicada. Se dan más detalles sobre las distintas pruebas y análisis en
el apartado “Estudio de la alergia”, en otra zona de esta página web.
¿Qué alergias pueden causar dermatitis atópica?
Pueden estar implicados alimentos o sustancias ambientales,
inhalantes, que flotan en el aire. Entre los alimentos, el más frecuente
es el huevo, que se estudia sistemáticamente en niños pequeños con
dermatitis atópica. Otro alimento puede ser la leche, y menos
frecuentemente el trigo u otros cereales, frutos secos como el cacahuete
u otros, pescados, o legumbres.
Entre los alergenos ambientales
tenemos los habituales: ácaros, y también los pólenes, los hongos, o la
caspa de animales. En el caso de alergenos ambientales la relación con
la dermatitis está menos clara y puede ser que no influyan en la
evolución del paciente.
¿Cómo se sabe si una alergia influye en la dermatitis atópica?
En un estudio de alergia puede identificarse algún alergeno que causa
la dermatitis atópica. Si las pruebas o análisis dan resultado positivo
para alguna sustancia diremos que esa persona está sensibilizada a
dicho alergeno. Pero pueden darse varias situaciones como se comenta en
una pregunta anterior.
Saber si ese alergeno influye en la
dermatitis atópica puede ser muy fácil, a veces, si en la historia
clínica los síntomas están muy claros. Pero también puede ser muy
difícil; puede ser necesario recurrir a pruebas de supresión y
provocación para valorar su culpabilidad.
En estas pruebas se
suprime el contacto con el alergeno (evitación en alergenos ambientales,
dietas en alergenos alimentarios), para observar si hay mejoría, y
luego se vuelve al contacto con el alergeno para ver si produce un
empeoramiento. Estas pruebas son más difíciles de valorar en la
dermatitis atópica que en otras enfermedades alérgicas.
Esto es
debido a que la respuesta no suele ser rápida, inmediata, sino que puede
tardar varios días, tanto para mejorar como para empeorar. Puede ser
difícil interpretar si una mejoría o un empeoramiento se deben a la
prueba, o si son parte del ciclo habitual de la dermatitis. En caso de
dudas pueden tener que repetirse esas pruebas más de una vez.
¿Puede causar dermatitis algún alimento aunque no se le tenga alergia?
Algunos alimentos pueden estar causando dermatitis aunque se haga un
estudio de alergia y ese estudio sea normal. Aparte de la alergia
clásica, que se identifica en las pruebas o en análisis, existen otros
tipos de alergia: se les llama alergia no mediada por IgE. En estos
tipos las pruebas clásicas son normales, pero el paciente presenta
síntomas cuando toma el alimento. Algunos pacientes presentan pruebas de
parche alteradas, pero estas también pueden ser normales.
La
manera de seleccionar estos alimentos para su estudio es si el paciente o
sus familiares tienen alguna sospecha sobre un alimento concreto, por
asociar su consumo a un aumento de los síntomas. También se puede
seleccionar un alimento si se sabe que con frecuencia se asocia a
dermatitis, como por ejemplo el huevo, o algún fruto seco.
La manera
de estudiarlo es la dieta de supresión y de provocación que se menciona
más arriba y que, como se ha comentado, a veces es de dudosa o difícil
interpretación. Ante las dificultades para la selección y para la
interpretación se debe valorar junto con el especialista la conveniencia
estudiar alimentos con pruebas negativas, para no someter al paciente a
dietas que pueden ser difíciles y cuya éxito no siempre está
garantizado. Según la gravedad de la dermatitis se deben valorar
individualmente las ventajas y los inconvenientes de estas pruebas.
¿Cómo se diagnostica que la dermatitis atópica no es de causa alérgica?
Esto se diagnostica por exclusión. Si se hace un estudio alergológico
y no se identifica ninguna alergia, diremos que no es de causa
alérgica, sino de causa desconocida, pues es excepcional diagnosticar
otra causa. Puede aparecer dermatitis atópica en algunas
inmunodeficiencias, o en algún déficit de vitamina H o biotina; estos
casos son extremadamente infrecuentes.
Algunos pacientes tienen la
IgE total elevada, lo cual es sugestivo de predisposición a desarrollar
alergias, pero si no aparece ninguna sensibilización concreta no podemos
decir que se trate de una causa alérgica. La IgE total elevada de
manera aislada no indica alergia; se quedará en una sospecha no
confirmada.
Si no se hace un estudio alergológico no podemos
determinar si se tiene o no alergia. La dermatitis atópica se quedará
como de causa desconocida, pero con una valoración incompleta.
¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis atópica?
Debemos distinguir, como en otras enfermedades posiblemente
alérgicas, tres aspectos en el tratamiento: el tratamiento de rescate o
de las agudizaciones o brotes, el tratamiento preventivo continuo, y el
tratamiento etiológico o de la causa.
El tratamiento de rescate o de
los brotes se utiliza cuando aparecen lesiones y picor, y se dirige a
controlar el picor y a hacer desaparecer las lesiones.
El
tratamiento preventivo se usa cuando la dermatitis es severa, con
síntomas frecuentes, o muy duraderos, o no llega a desaparecer entre
brotes.
El tratamiento etiológico o de la causa se usa cuando se
identifica una alergia, y se dirige a eliminar esa causa, para que no se
tengan síntomas y para que no sean necesarios ni el tratamiento
preventivo ni el de rescate.
¿Cuál es el tratamiento de rescate en los brotes de dermatitis atópica?
Se usa el tratamiento tópico o local de las lesiones cutáneas, y el tratamiento general o sistémico para aliviar los picores.
El picor se debe controlar cuanto antes. El picor hace que el paciente
se rasque y se lesione la piel y le dé más inflamación. Al estar más
inflamada la piel da más picor y el paciente se rasca más. Se forma así
un círculo vicioso de picor-inflamación-picor que hay que evitar. Para
el picor se usan antihistamínicos; los antihistamínicos modernos no dan
sueño, pero alivian menos el picor. Los antihistamínicos más clásicos
dan algo de sueño, y alivian más el picor. Se dice incluso que alivian
el picor no por el efecto antihistamínico sino por el efecto sedante, en
el cual el paciente se adormila un poco.
Su especialista indicará
el antihistamínico más adecuado a cada caso. Las dosis de los
antihistamínicos se calculan inicialmente en función del peso y la edad
del paciente. Después se debe ajustar de manera individual, buscando la
dosis intermedia que alivie el picor pero que no duerma demasiado al
paciente.
Para también aliviar el picor y además eliminar las
lesiones se usa el tratamiento tópico o local con cremas hidratantes,
con preparados farmacéuticos de sulfato de zinc o similaes, y con cremas
con medicamento.
¿Qué cremas se usan en los brotes de dermatitis atópica?
Se usan cremas hidratantes y cremas con medicamentos como los inmunomoduladores y los corticosteroides.
Las cremas hidratantes, para mantener la humedad interna de la piel y
su integridad son el primer paso en el tratamiento de los brotes. La
piel sana tiene cierto grado de humedad interna y está cubierta por una
capa grasa muy fina que sirve de protección. La piel en la dermatitis
atópica es seca, tiende a deshidratarse, y además la capa grasa
protectora puede ser defectuosa. Las cremas hidratantes mantienen la
humedad interna y regeneran la capa grasa protectora. En los brotes se
debe usar crema hidratante abundante, varias veces al día, sobre todo
después de lavarse con jabón.
Si se usa crema hidratante en las
fases precoces de los brotes pueden llegar a frenarse los síntomas; si
no se logran frenar hay que usar cremas de medicamentos como los
inmunomoduladores o los corticosteroides.
¿Qué son las cremas de inmunomoduladores?
Los inmunomoduladores son medicamentos con efecto inmunodepresor, es
decir que disminuyen la inmunidad, disminuyen los mecanismos de defensa
del cuerpo. Se usan para rebajar la inflamación de la piel en la
dermatitis atópica, ya que los mecanismos de defensa se vuelven dañinos
para el propio cuerpo. Hay comercializados dos tipos, el tacrolimus y el
pimecrolimus.
Se utilizan en las lesiones de dermatitis cuando
comienzan a aparecer los primeros síntomas de un brote, para tratar de
controlarlo cuanto antes, y que no avance. Si se espera a que las
lesiones estén más desarrolladas, la respuesta es peor.
Habitualmente se usan unos pocos días, y cuando las lesiones desaparecen
se interrumpe su aplicación. En el momento de aplicarlas pueden
producir gran picor, tanto más intenso cuanto más inflamada esté la
piel. El picor es pasajero, pero en el momento puede ser difícil de
soportar, especialmente en niños pequeños.
¿Tienen efectos secundarios las cremas de inmunomoduladores?
Este es un aspecto que está bajo continua vigilancia. Debido a que
disminuyen la inmunidad se podría temer que aparecieran más infecciones
de piel, o mala respuesta a vacunaciones en niños, o incluso que
aparecieran tumores con más frecuencia. Los datos actuales indican que
no es así, que ninguno de estos problemas se da en la práctica, aunque
en un determinado momento circularon noticias en este sentido.
Como son medicamentos que no llevan demasiados años en el mercado, son sometidos a un seguimiento estrecho.
¿Qué son las cremas de corticosteroides?
Los corticoides o corticosteroides son medicamentos derivados de la
cortisona, una hormona que forma el cuerpo de modo natural. Estos
medicamentos tienen efecto antiinflamatorio, y de ahí su uso en la
dermatitis atópica. Hay comercializados numerosos corticosteroides,
clasificados en potencia baja, moderada, alta, y muy alta.
También
conviene utilizarlas en las lesiones de dermatitis cuando comienzan a
aparecer los primeros síntomas de un brote, para tratar de controlarlo
cuanto antes, y que no avance. Igualmente que con los inmunomoduladores,
si se espera a que las lesiones estén más desarrolladas, la respuesta
es peor.
Habitualmente se usan unos pocos días, los menos posibles, y cuando las lesiones están controladas se interrumpe su aplicación.
¿Tienen efectos secundarios las cremas de corticosteroides?
Los corticoides se vienen usando desde hace muchos años y se conocen
bien sus efectos secundarios. El problema principal que puede aparecer
es la atrofia de la piel; la piel se queda más fina, frágil, se hace mas
transparente, se notan más las venas, de modo similar a la piel de las
personas ancianas. También puede aparecer aumento del vello en la zona,
retraso en la cicatrización de heridas, o reactivarse alguna infección
de piel.
Los efectos secundarios aparecen más con los corticoides
más potentes y cuanto más tiempo se usen. Los efectos son acumulativos.
Ciclos cortos de tratamiento de 5-7 días no son perjudiciales, pero
cuando se prolonga su uso durante semanas, o se usan ciclos muy
repetidos, y puesto que casi siempre se usan en las mismas zonas de la
piel, sí que pueden aparecer esos efectos.
Por ello la recomendación
general es que se usen el mínimo tiempo posible. Su eficacia en la
dermatitis es muy buena, el resultado se aprecia muy bien y muy
rápidamente. En adolescentes o niños que se aplican ellos mismos las
cremas, y que desconocen los posibles efectos secundarios, se debe
vigilar que no abusen de estas cremas.
¿Son mejores los inmunomoduladores o los corticosteroides en la dermatitis atópica?
La ventaja de los corticoides es que son más eficaces en general que
los inmunomoduladores, pero tiene más efectos secundarios y se
recomiendan usos cortos. Los inmunomoduladores son en general menos
eficaces, pero tienen, hasta la fecha, menos efectos secundarios y se
pueden usar durante periodos más largos.
El especialista recomienda en cada caso el tratamiento que mejor se adapta a los datos individuales del paciente.
¿Cómo se trata un brote si no se responde al tratamiento habitual?
En los brotes agudos puede ser necesario recurrir en ocasiones a los
corticosteroides por vía general, es decir, administrados por boca o por
inyecciones. Se usa como un último recurso por sus efectos secundarios.
Suelen ser muy eficaces, pero la dermatitis puede reaparecer cuando se
interrumpen, y no es conveniente tomarlos durante periodos largos de
tiempo si no son totalmente imprescindibles.
¿Cuál es el tratamiento preventivo de la dermatitis atópica?
Este tratamiento se usa en personas que tienen síntomas muy severos, o
muy persistentes, o que responden mal a la medicación, o que responden
bien, pero que cuando se interrumpe el tratamiento presentan síntomas de
nuevo muy rápidamente.
El tratamiento con medicamentos puede
consistir en antihistamínicos para controlar el picor, en ocasiones se
usan antileucotrienos, y en contadas ocasiones se usan inmunosupresores
tomados por boca, o corticosteroides orales. Estos medicamentos deben
ser indicados y controlados por un especialista con experiencia por sus
efectos secundarios. Otro tratamiento que se usará más en el futuro es
el llamado omalizumab o anticuerpo anti-IgE, que inicialmente ha sido
comercializado para su uso en el asma rebelde.
Además de medicamentos se recomienda usar crema hidratante abundante y otra serie de normas generales.
¿Cuál es la mejor crema hidratante para la dermatitis atópica?
Ninguna crema en concreto es la mejor para todos las personas con
dermatitis atópica. Algunas personas responden muy bien frente a una,
que quizá no hace ningún efecto en otras personas. Se recomienda ir
probando diferentes cremas hasta que el paciente encuentra la que mejor
resultado le da a nivel individual.
Las personas con dermatitis
atópica deben aplicarse crema muy frecuentemente, incluso varias veces
al día, sobre todo después de lavarse con jabón.
¿Qué normas generales se recomiendan en la dermatitis atópica?
Las normas generales se refieren a las condiciones ambientales, baños, ropa, alimentación, o control del picor.
¿Qué condiciones ambientales se recomiendan en la dermatitis atópica?
Es conveniente evitar las temperaturas extremas, tanto de frío como
de calor, y tratar de evitar los contrastes bruscos de temperaturas,
como pasar de sitios con frío a ambientes de calor, o viceversa.
¿Qué ropa se recomienda en la dermatitis atópica?
Son preferibles los tejidos vegetales naturales, como el algodón o el
lino. Las ropas de lana, y los tejidos sintéticos tienden a aumentar el
picor.
Para lavar la ropa se recomiendan jabones no detergentes
(tipo Norit o en escamas). No son convenientes los suavizantes, y se
debe aclarar la ropa muy bien para que no queden restos de los productos
usados.
¿Qué alimentación se recomienda en la dermatitis atópica?
La alimentación debe ser variada como en cualquier persona, a no ser
que haya alguna alergia específica a algún alimento. Se debe vigilar si
con comidas calientes, picantes, especias, o salazones, el paciente
presenta aumento del picor; en ese caso habría que evitarlas. Cuando se
hace la digestión aumenta la temperatura del cuerpo. Los aumentos de
temperatura, de cualquier causa, hacen que aparezca más picor. Puede
ocurrir con cualquier alimento, pero se debe intentar identificar si
alguno en concreto tiene un efecto mayor que otros.
¿Cómo se controla el picor en la dermatitis atópica?
Además del tratamiento antihistamínico o de otro tipo que le
recomiende su médico, se deben llevar las uñas bien cortadas y limadas,
para no dañarse la piel con el rascado. Durante la noche puede ser útil
ponerles manoplas a los niños para evitar el rascado involuntario cuando
duermen.
¿Cómo deben ser los baños en la dermatitis atópica?
Esto es motivo de debate entre los médicos. Algunos médicos
recomiendan baño diario, porque el baño suele ser tranquilizante y puede
mejorar la dermatitis, manteniéndola limpia, eliminando costras y
facilitando el uso posterior de cremas. Pero hay niños que al salir del
baño presentan mucho enrojecimiento y picor, por lo cual otros médicos
no recomiendan el baño diario fijo, sino según necesidad, cuando el niño
esté sucio.
En todo caso es conveniente que el baño no sea muy
largo, y que la temperatura esté agradable, pero no muy caliente. Al
salir del baño se debe secar al niño con una toalla, absorbiendo la
humedad por contacto, sin frotar, y sin secarlo por completo, dejando la
piel algo húmeda, se debe aplicar la crema hidratante.
¿Qué jabón se recomienda para la dermatitis atópica?
La piel tiene una capa grasa externa que es protectora. En la
dermatitis atópica esta capa puede ser defectuosa. Los baños y los
jabones eliminan esta capa grasa. Es conveniente usar jabones suaves, no
agresivos, con pH ácido o neutro. Existen aceites para baño o jabones
tipo avena, con los cuales no hay que frotar, sino que se ponen en el
agua y absorben la suciedad de la piel.
Para brotes intensos también
existen lociones para limpieza en seco, sin usar agua; se frota
suavemente la piel y luego se retira con un paño seco.
¿Es beneficiosa el agua de mar en la dermatitis atópica?
Sí que lo es en la mayoría de los casos. Puede ser conveniente
incluso coger garrafas de agua de mar y llevarla a casa para hacer algún
baño en el domicilio. Algunas aguas de fuentes o lagos con sales
disueltas también pueden ser beneficiosas en algunos casos.
¿Es beneficioso el sol para la dermatitis atópica?
La exposición moderada al sol es beneficiosa. Se debe controlar que
no sea excesiva, pues el aumento de la temperatura corporal y la
sudoración tienden a empeorar los síntomas. La combinación de sol y mar
en verano produce gran mejoría en una mayoría de pacientes. Se debe
recordar, sin embargo, que hay una proporción menor de pacientes que
empeoran en verano, como se comenta más arriba.
¿Cuál es el tratamiento etiológico de la dermatitis atópica?
Si se averigua la causa de la dermatitis atópica se usará el
tratamiento etiológico o de la causa que corresponda. Si se debe a
alguna alergia alimentaria se seguirá una dieta de eliminación del
alimento responsable. Si se debe a alguna alergia a inhalantes, a
sustancias ambientales, se seguirán las normas de evitación
correspondientes, que pueden ser más o menos difíciles según el alergeno
de que se trate.
Para la dermatitis atópica no se usan las vacunas
de la alergia que se usan en el asma o la rinitis. Si el paciente,
además de dermatitis atópica, tiene también asma o rinoconjuntivitis, se
pueden usar las vacunas, pero pensando en estas dos últimas
enfermedades, no en la dermatitis atópica. De rebote puede que la
dermatitis también mejore, pero en otros pacientes ocurre al revés, y la
dermatitis puede empeorar por las vacunas aunque se mejoren el asma o
la rinoconjuntivitis.
¿Tiene complicaciones la dermatitis atópica?
Las complicaciones más frecuentes son las infecciones de piel. En la
dermatitis atópica, la piel, al estar inflamada, se defiende peor de las
infecciones. Si además el paciente se rasca y no tiene las uñas muy
limpias, se facilita la aparición de infecciones.
Las infecciones
pueden ser por virus, por hongos, y principalmente por bacterias, tipo
estreptococos y sobre todo estafilococos. En el caso de los virus, la
varicela y el herpes zoster, si afectan al paciente en una fase mala de
la dermatitis, pueden producir unos síntomas muy intensos y muy
extendidos.
¿Cuándo se sospechan complicaciones en la dermatitis atópica?
Cuando se presentan síntomas que no acaban de mejorar con el
tratamiento usual se debe sospechar alguna complicación. Si aparecen
lesiones no típicas, distintas de las habituales, también se deben
descartar complicaciones.
¿Cómo se diagnostican las complicaciones en la dermatitis atópica?
Algunas se diagnostican visualmente por un médico experimentado,
habituado a reconocer y distinguir por su aspecto las lesiones
complicadas. Cuando no son tan fáciles de distinguir se puede recurrir a
algunos análisis microbiológicos o incluso biopsias de piel. También es
frecuente dar el tratamiento de la complicación, si no es muy agresivo,
y observar la respuesta clínica de las lesiones.
¿Cómo se tratan las complicaciones de la dermatitis atópica?
Si son infecciones bacterianas se usan antibióticos, bien en
tratamiento tópico o local con cremas, o bien en tratamiento general
tomados por boca o en inyecciones. Si son infecciones víricas se usan
tratamientos antivirales, tipo aciclovir o similares, que existen para
uso tópico y para uso general. Los medicamentos para hongos o
antifúngicos, igualmente, están disponibles en cremas, y para casos más
graves están disponibles por vía general.
¿Desaparece la dermatitis atópica?
En la mayoría de los casos sí que desaparece. Algunos niños que en la
época de lactante presentan dermatitis atópica, incluso severa, con los
años experimentan una gran mejoría e incluso desaparición total. Puede
persistir una tendencia a piel algo seca, pero no importante, como en
personas que nunca han tenido dermatitis atópica.
Algunas personas
no presentan desaparición total, pero sí tienen una gran mejoría; pueden
quedar algunas lesiones intermitentes, durante períodos cortos, que a
veces son apenas perceptibles.
Una parte de los pacientes pueden mantener su dermatitis atópica durante tiempo indefinido, con severidad variable.
¿De qué depende la evolución de la dermatitis atópica?
Cuanto más leve sea la dermatitis inicialmente más fácil es que
desaparezca. Los niños que no tienen alergia también evolucionan mejor y
más rápido que los alérgicos.
Por el contrario, si la dermatitis es
muy severa y, sobre todo, si se tienen numerosas alergias, el
pronóstico es peor. A pesar de que estos pacientes tienen una evolución
más desfavorable, la dermatitis tiende a ser menos intensa que en la
época de lactante y de la niñez.
¿Deja secuelas o lesiones residuales la dermatitis atópica?
La norma general es que no deje lesiones, si no existen
complicaciones. La piel con dermatitis, al estar inflamada, no adquiere
el color moreno con el sol, y pueden quedar manchas blancas por la piel.
Esto se debe a zonas de deshidratación de la piel, y en verano
contrastan mucho con la piel que sí se pone morena. Estas lesiones
(llamadas a veces dartros) se recuperan totalmente.
Raramente puede
quedar alguna lesión más permanente, por haberse lesionado la piel
mucho con el rascado, o por alguna complicación. Si se ha producido un
abuso con las cremas de corticosteroides sí que pueden quedar lesiones
de atrofia de la piel, generalmente permanentes e irreversibles.
¿El tratamiento de la dermatitis atópica es para toda la vida?
Se usa tratamiento cuando se necesita. Si la evolución es favorable,
ya sea de manera espontánea o por el tratamiento etiológico, se
prescinde del tratamiento. Como en la mayoría de los casos la dermatitis
desaparece, no se vuelve a usar tratamiento, igual que si nunca se
hubiera tenido dermatitis.
¿Puede reaparecer la dermatitis atópica cuando ya ha desaparecido?
Sí que puede ocurrir, igual que con otras enfermedades posiblemente
alérgicas. Cualquier persona puede empezar con síntomas de dermatitis
atópica a cualquier edad, aunque nunca anteriormente hubiese tenido ni
el más mínimo síntoma. Las personas que han padecido dermatitis atópica
de niños y luego les ha desaparecido, pueden volver a tener síntomas más
adelante, igual que cualquiera.
Esta reaparición es más fácil en
los que tienen alguna alergia. La dermatitis atópica puede ser una
presentación más del estado atópico, del estado de facilidad para
desarrollar alergias que tienen algunas personas. Si nunca se ha tenido
alergia, es más difícil que reaparezca. Si se ha tenido alergia, la
reaparición de la dermatitis puede deberse a reactivación de alguna
alergia antigua, o puede deberse a alguna alergia nueva, que habría que
estudiar.
¿Los niños con dermatitis atópica pueden desarrollar asma u otras alergias?
Alrededor de la mitad de los niños con dermatitis atópica
desarrollará asma u otras enfermedades alérgicas. Los factores de riesgo
son el que la dermatitis atópica sea severa, y sobre todo el que tengan
alguna alergia. Los niños sin alergia y con dermatitis leve tienen muy
buen pronóstico.
Si el niño con dermatitis atópica tiene alergia a
huevo, o a inhalantes, o tiene una IgE total elevada tiene más
probabilidades de que le aparezca asma, o rinoconjuntivitis. La
dermatitis atópica puede ser la primera manifestación de la llamada
Marcha alérgica o Marcha atópica.
Esto corresponde a niños muy
atópicos, con mucha facilidad para desarrollar sucesivas alergias.
Suelen empezar con alergia a la leche o al huevo, con dermatitis atópica
o con alergia digestiva, y según se van haciendo más mayores presentan
alergias a inhalantes y síntomas de asma y de rinoconjuntivitis. Esta
evolución se atribuye a factores genéticos, por lo que es difícil de
evitar.